domingo, 22 de marzo de 2020

Orientación sexual y sentimientos

En Madrid, 22 de Marzo de 2020.

Seguimos con el confinamiento.

Seguimos con el Estado de Emergencia.

La mujer y otros familiares del presidente del gobierno (Pedro Sanchez - PSOE) están contagiados por el virus de la pandemia.

Siguen los muertos.

Y mientras tanto, yo intento resarcirme de tanta incertidumbre escribiendo.

Y hablando de confinamiento, quiero hablar de orientación sexual y cómo esta ha evolucionado.

***

Sabemos que hoy en día existen muchas formas de sentir el amor (o al menos eso nos quieren hacer creer).

Hoy en día, hay países que plantean que, la pederastia se considere un tipo de orientación sexual.

A mi simplemente me parece alarmante.

Pero ¿porqué no se habla abiertamente de ello para poner el grito en el cielo?

Hoy en día se respeta lo que se llama "amor libre". Pero, ¿es realmente amor?

Apelan a que antiguamente las relaciones no se mantenían por amor si no por conveniencia y que eso nos mantenía castrados. ¿Pero ha sido así en todas las épocas dela historia y en todas las clases sociales? ¿en todos los países?

Pareciera que se respetara más esta teoría ideológica del "amor libre" que lo que llamaré "amor tradicional".

Pero, porqué el amor libre es amor libre y el amor tradicional amor tradicional.

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Pues bien, entiendo que, la diferencia entre ellos son las bases sociales y emocionales en las que se basan.

El amor tradicional responde al sentido en que las sociedades (incluso las más antiguas) entendían los vínculos afectivos para la proliferación de la familia. Lo que es; un hombre, una mujer y la creación de estos de unos hijos. Ese sería el núcleo familiar que se ha entendido siempre por "tradicional". Todas las sociedades para su proliferación, se han basado en él.

**Entendemos, que no se puede ampliar (al menos no antiguamente) la familia si  no se dan las condiciones adecuadas, es decir, que el miembro varón engendre al miembro femenino, y el miembro femenino de a luz. Sin estas condiciones no habría familia (o al menos, no familia tradicional) como siempre se la había conocido.**

Después surgió el "amor libre". Que es un término más o menos moderno.

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En pleno siglo XXI, las cosas han cambiado un poco.

Ahora el núcleo familiar, no está supeditado a una lógica tradicional, si no a una corriente ideológica.

Y ¿porqué digo a una corriente ideológica y no al amor como algunos esperan?

Porque, partiendo de una necesidad presupuesta de expresión de la sexualidad (natural o no) de las personas que componen este siglo, se apela a una nueva coherencia sexual y existencial en la que el amor hace de intermediario para mantener ese tipo de relaciones sexuales fuera de lo tradicional.

Para entender ésto, primero tendremos que saber qué entendemos por "amor" y por "sexo".

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Somos conscientes de que la palabra sexo, primordialmente considera el género de la persona humana. Y entiendo, que al ser una palabra asignada posteriormente a la existencia del género e incluso del apareamiento, también somos conscientes de que es posteriormente que ha adquirido el significado actual.

Entendemos que como somos seres evolucionados, ya no nos apareamos, si no que mantenemos relaciones sexuales.

Es evidente, que el sentido de estas dos palabras hoy en día es muy diferente. Las personas mantienen relaciones sexuales, no se aparean. Aparearse, en la época de atapuerca se hacía por instinto de supervivencia de la especie. Hoy, mantener relaciones sexuales se puede hacer por muchos motivos. Por desatar estrés, por salud, por belleza, e incluso por la procreación.

Pero, en medio de toda esta circunstancia, hay un hecho o mecanismo que conduce esta relación sexual, apareamiento o acto de procreación, y a través de la cual se decide con quien mantener relaciones sexuales. Ya sea por gusto o incluso hoy en día por interés.

Podría decir que ese mecanismo es siempre el mismo, pero, ha diversificado.

Hoy en día hay muchos motivos por los cuales se mantienen relaciones sexuales (sean conocidos o no, más dignos o menos dignos) pero se mantienen con un objetivo y mediante un medio que puede ser ideológico o sentimiental.

De ahí lo que considero la diferencia entre sexo con amor o sin amor.

Entonces, ¿cual es el problema?

Si vivimos en la sociedad del amor libre, ¿quién soy yo para juzgar el motivo por el cual hoy en día las personas mantienen relaciones sexuales?

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En primer lugar, considero, que sí, todo tiene que hacerse por un motivo o razón (más valorable o no, más o menos digno) pero el cómo se haga y para qué también considero que tiene que tener importancia.

¿Por qué?

Considero, que siendo ya Homo Sapiens Sapiens (que no Sapiens a secas), debemos tener consciencia de que lo que pensamos, decimos o creemos y, cómo lo expresamos a través de nuestro cuerpo, tiene importancia y sobrotodo, tiene que tener una coherencia histórica que resultará lógica.

Mantener relaciones sexuales ideológicas, no responde a la necesidad fisiológica de nuestro cuerpo. Y os diré por qué.

Nuestro cuerpo, nuestro sexo y nuestras células, tienen una memoria genética. Muy inteligente. Recuerda físicamente, que las relaciones sexuales, primordialmente son para procrear. Si no, nuestra constitución fisiológica también habría cambiado. Nuestros órganos sexuales. Habrían evolucionado. Pero se mantienen.

Para el cuerpo humano, una vez desarrollado, ya tenemos designada nuestra tarea en el hecho de la procreación y ese es su fundamento básico. Y aquí solo hablamos de los físico.

Luego está lo cerebral, que algunos llaman intelectual. Pues bien, no es lo mismo.

La intelectualidad es una consecuencia de la actividad cerebral (que también es física) pero es una consecuencia ideológica. No por eso menos importante, ya que sin ideas no hay pensamiento o viceversa pero, sin la organización de ideas, no hay intelectualidad.

Recordemos que las teorías modernas del porqué de las relaciones sexuales libres es muy reciente. Antes directamente se asumía que las cosas no eran así.

Entonces, ¿de donde viene tanta ansiedad por considerarse sexualmente libres, al menos, en países desarrollados?

Algunos, apelan a eso, a que hay una parte de la sociedad que no ha evolucionado y que no acepta estas, diferencias que al fin y al cabo para mi solo son ideológicas. No respetan la diferencia sexual en la que ellos se ven enmarcados. Y esto les resta derechos. Les impide ser más libres.

Esta corriente ideológica de los que llamaré "afectados" está en contraposición a una parte de la sociedad que no acepta esa nueva corriente ideológica (que será vista de una u otra manera según qué país y qué gobierno) del amor libre. He intentare desentrañar el sentido de su por qué.

***

Algunos de los "no afectados" entienden, que su libertad sexual estará también en compromiso si se considera la libertad sexual de los "afectados" ¿dónde radica el problema? En que piensan que el sentido de la familia (pilar fundamental de toda sociedad) se destruirá. Y esto es importante considerarlo.

¿Se trata de un problema de libertad de expresión entonces?

¿Una cuestión ideológica?

¿Se puede crear una familia sin amor, solo basándose en teorías ideológicas?

Hoy en día si.

Incluso, hemos llegado a un punto en la historia en la que, posicionarnos a una edad joven ante la teoría de las relaciones tradicionales (para mi, las que se dan por amor y hoy en día, en plena libertad de elección entre un hombre y una mujer y, se hacen con el propósito de ampliar la sociedad hacia un bien común, ya marcado o no), parece arcaico, antiguo. Se tergiversa y no se respeta. Y ahí está el problema.

No se respetan las libertades de unos ni se respetan las libertades de otros. Los mismos que juzgan que no se les respeta, no respetan al juzgar a los demás.

Particularmente, creo que el respeto no se puede ejercer si no hay un equilibrio entre lo que pensamos y lo que hacemos. Lo que decimos y lo que sentimos.

Y ahí radica la cuestión.

Una corriente ideológica, puede crear trayectoria pero a no ser que esté en concordancia con nuestros actos no será coherente ni durará en el tiempo. Pero, ¿puede una corriente ideológica dirigir nuestros actos y palabras? Depende.

Dependerá hasta qué punto nos creamos lo que nos decimos o nos dicen.

Pero, ¿no es creer una sensación de certeza?

Aquí ya entra la sensación del cuerpo de si lo es. Sí, la proyecta el cerebro, pero, la sentimos en todo el cuerpo, de ahí la sensación de realidad. Por lo tanto de certeza.

Por lo tanto, ¿se puede creer en una idea que no se siente, o mejor dicho, que no se interioriza?

Entramos aquí en la disociación: actividad cerebral (que no intelectualidad) y experiencia física. Esto no debería ser posible. Sin embargo, si se puede disociar la intelectualidad de la experiencia física, en cuyo caso, si es así, no habrá sensación de certeza.

Pero si no nos lleva a la certeza, ¿para qué es posible esto?

Pues bien, llegaríamos aquí a circunstancia de que hemos evolucionado a Homo Sapiens Sapiens, como decía antes, y que esto debería llevarnos a una lógica racional entre pensamiento y experiencia. O al menos, a dirigir nuestros actos en función de esta coherencia.

El problema viene cuando no hemos experimentado lo suficiente como para adquirir esa coherencia. No significa que no podamos, simplemente que no lo hemos hecho.

Entonces, cómo entender el amor libre, si según entiendo yo no va en concordancia (al tratarse de un movimiento ideológico) con la memoria genética de nuestro cuerpo o física.

Pues bien, muchos dirán que el mantener relaciones con una persona del mismo sexo, o con un menor como se dan casos o incluso con un animal, no va en detrimento de la memoria genética o el porqué de la selección sexual de nuestro cuerpo en el momento de la gestación. Pero para mí, hasta en eso, la naturaleza nos da una lección de experiencia porque sí sabe lo que hace.

También dirán que ese tipo de relaciones viene ocurriendo desde hace siglos, algunos incluso dirán que existen ese tipo de relaciones desde los neanderales, pero yo digo, que nosotros hemos evolucionado y hoy en día obviamos (tal vez por nuestros propios intereses o no), el hecho de que para mantener relaciones sexuales con una persona ajena necesitamos una excusa y esta debe ser honesta (o puede que no). Y ahí está el problema.

En la época de Atapuerca, los neandertales no se guiaban por ideología. Sabemos que eran más agresivos e instintivos a la hora de mantener relaciones sexuales. Pero nosotros ya somos Homo Sapiens Sapiens y según esto, deberíamos saber por que las tenemos y esto, tener cierta concordancia con la lógica de la naturaleza a la que hemos llegado.


***

Entonces, entiendo que se pueden mantener relaciones de una manera honesta y de una manera deshonesta. Por amor, o ideológicamente. Y dependerá del vehículo nuestra excusa para mantenerlas.

Y en eso consiste el amor libre. En idealizar el motivo o la excusa por la que se mantienen relaciones sexuales. Darle otro sentido que el tradicional.

¿Por qué? Tal vez, porque con la evolución del hombre y la sociedad, los intereses del ser humano han cambiado. Es curioso, porque han cambiado sus intereses pero su fisiología no. Y eso es lo interesante.

¿No sería posible, que en una constante evolución del pensamiento y la consecuente ideología, hayamos perdido la concordancia entre lo que decimos y hacemos?

Siendo la procreación el mayor factor de evolución del ser humano y viendo como esta es conducida o bien por sentimientos (coherentes o no) o, apoyados en teorías ideológicas aprendidas del exterior, ¿es lógico, que existan otro tipo de vínculos afectivos al margen del que yo considero tradicional a día de hoy?

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Todos hemos idealizado alguna vez el amor (vehículo o excusa para mantener relaciones sexuales). Encontrar a una persona única para nosotros con la que compartir el resto de nuestra vida llenos de dicha y alegría (pura ideología). Pero muchas veces eso no nos es posible. Incluso por factores ajenos a nosotros. Entonces, entra en juego la sociedad que intercede en nuestro amor (papeleos para casarse, intromisión de terceros que afectan a la relación, desconocimiento del sentido de la pareja, etc.). Surgen otras formas de amor. ¿pero en qué se basan?

En este sentido, entiendo fundamental el factor social de que las instituciones enseñen a sus ciudadanos el verdadero sentido de las relaciones sexuales ya que, las diferentes teorías ideológicas, apelarán a circunstancias vividas por otras personas relacionadas o no con nosotros.

Creo que ha de haber un motivo honesto para mantener relaciones y este se siente que estudiar y tener una lógica completa.

Pero porqué las instituciones. Pues bien, porque son las responsables de la conducta social de sus ciudadanos. Y muchas veces, esta conducta afecta a las relaciones.

Ya no digo que orienten sexualmente, digo que informen sobre el sentido fundamental del vínculo para mantener relaciones. Que se estudie.

***

Y digo esto porque hoy en día parece que basta una teoría para que una relación se convierta en relación. Si se interioriza se convierte en creencia. ¿o no? ¿donde quedan los sentimientos honestos y limpios? Los que saben las respuestas de las preguntas.

Entiendo que en tanto una relación sexual se base en una teoría y no en una emoción lógica (como es el amor), las relaciones sexuales no serán honestas. Al menos, no con una lógica coherente de los sentimientos y la sociedad.

¿Pero de donde nacen los sentimientos honestos?

O la pregunta es, ¿dónde se confunden?

Pues bien, creo que el problema está en la falta de concordancia entre nuestras propias ideas como individuos (y nuestro pasado) y nuestra experiencia o memoria fisiológica de lo que somos, además de una descordinación de la conducta social exterior y para con nosotros.

No digo que el "amor libre" sea un mal social, digo que no tiene consistencia histórica por lo tanto no tiene mucho futuro en tanto no se comprenda el sentido honesto de la unión.


I. Morgades.

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