jueves, 27 de diciembre de 2012

¿Estamos preparados para pensar?


                                                                                    ¿Qué determina nuestra capacidad de pensamiento?

¿Estamos preparados para pensar de tal manera que esto produzca un resultado positivo tanto individualmente como socialmente?


En este sentido... ¿a dónde nos lleva el razonamiento?

                               
Muchos son los métodos a través de los cuales las personas de éste y otros siglos han ido determinando los actos que han seguido a lo largo de su trayectoria en función de su sistema de razonamiento. Actos que en ocasiones les han llevado a satisfacer sus necesidades básicas, éstas definidas a través de un amplio rango de niveles de satisfacción y muchas han sido las consecuencias. Según la persona, ésta encontrará en una u otra actividad el medio que le ayude a satisfacer, durante o a posteriori, su sensación de carencia o el significado de su lucha. Unas veces errará y otras sin embargo habrá conseguido su objetivo, siendo este más o menos duradero en el tiempo o en mayor o menor nivel de satisfacción.

En esta ocasión, analizaré el razonamiento como método por el cual las personas co-existen unas con otras para intentar llegar a una armonía pacífica, o lógica, de entendimiento para consigo mismos y con respecto al entorno, desde la perpectiva de la capacidad de razonamiento individual y su probabilidad de error en este sentido, partiendo de una necesidad de encontrar una verdad máxima compartida y exenta de conflictos, que será tal por la incapacidad según esto de rebatirla. Estudiando el tema desde su principio más manimalista como es el surgimiento de las ideas en el sentido de la filosofía modernista (empirismo y racionalismo) y enfocándolo desde la perspectiva de la necesidad de satisfacción personal como requisito, en sus diferentes formas y según el individuo, para encaminarse en su máximo exponente a un consenso global también en términos de conocimiento.

                                  ________________________________________________


Si tomamos el razonamiento o búsqueda de la verdad como medio para encontrar la meta (o punto de partida) que nos ponga en contacto con la sensación de satisfación de la que dispone la seguridad de conocer la verdad sobre un tema, es decir, la sensación de satisfacción o felicidad conseguidas tras la lucha por encontrar el camino perfecto hacia una verdad de conocimiento irrevocable y ampliamente compartida, habremos de tomar a su consecuencia como el fín ultimo de la realidad del razonamiento: la obtención de una satisfacción a través de la verdad del conocimiento. El conocimiento en sí, y la seguridad que este provoca como cúspide de todo esfuerzo racional.

Así entonces, y de manera minimalista, las personas nos marcamos determinados objetivos a través de los cuales definimos nuestra naturaleza. Objetivos que se cumplen o no en función de lo que seamos capaces de razonar y cómo lo hagamos (tanto trabajando en conjunto o sociedad, como de manera individual), y que a la larga determinarán nuestro nivel de satisfacción con respecto a la vida y a las decisiones que sobre esta hayamos llegado a la conclusión de tomar según nuestro método de razonamiento.

Dichos objetivos nos acercan o nos alejan de determinadas conclusiones o realidades, realidades éstas que a su vez nos acercan o alejan del conocimiento de una verdad que nos pone o no en contacto con la satisfacción de haber conseguido nuestros objetivos*.Aquella verdad que lejos de ser una e inmutable, se convierte en realidad interpretada a través del método de conocimiento de cada individuo y que adquirimos a lo largo de nuestra experiencia.

*Tomemos como objetivo máximo el ejemplo de la "verdad absoluta" tan perseguida: que definiré como aquella situación última o determinante, o principio de algo, que idealizamos y buscamos y encontramos a través de su consiguiente experiencia sensorial como método de verificación de ésta realidad, que nos disponga al hecho de manera indefinida y que se construya a través de una ya consumada lógica de razonamiento que nos lleve (por ese camino o método ordenado de razonamiento a través del cual las cosas encuentran un sentido irrebatible mediante el reconocimiento de las mismas en el individuo a través del reconocimiento de estas ya empíricamente) a una sensación de consecución, satisfacción y felicidad tras esa lucha por encontrar el camino perfecto hacia una verdad de conocimiento irrevocable y ampliamente compartida.


_______________


Entonces, es por la existencia de esta realidad o sensación de verdad (que en ocasiones surge de manera dosificada, por partes o a lo largo de la vida por acumulación de conocimiento), que hemos ido experimentando la conciencia de que sabemos que no queremos vivir para siempre en la equivocación. Preferimos vivir en la verdad, ya sea nuestra verdad o la verdad del conjunto, pero aquella que nos beneficie en el tiempo progresivamente. Es por eso que se buscan respuestas, y si bien es cierto que la equivocación es el obstáculo a través del cual seguimos siendo capaces de encontrar respuesta a nuestras incógnitas, sin embargo, es también algo que continuamente ha de ser superado para encontrar la llamada felicidad.

Sin embargo, también es cierto que podemos llegar a conclusiones mediante nuestro razonamiento que nos hagan entender que existimos en nuestra propia verdad, aquella que vamos asintiendo y experimentando según se van cumpliendo nuestras expectativas con respecto a un objetivo y que pueden ir o no en detrimento de las armonía personal y del conjunto, y es por eso que también existe una verdad última en la que nos reflejamos y con la que nos comparamos, para comprender hasta que punto andábamos en el error o cuánto nos hemos alejado de la certeza.

En este sentido, el método que utilicemos para encontarla, directamente relacionado con nuestra metodología de razonamiento se convierte en determinante para la consecución positiva o negativa de nuestro logro si más a la larga, y  muchos son los métodos que se utilizan hoy en día para esclarecer los batiburrillos emocionales a los que llegamos a través de una posible equivocación en la organización de nuestra lógica en éste sentido: filosofía, psicología, esoterismo, incluso la teología, y sin embargo, como individuos que en determinando momento de su vida llegan a experimentar la realidad de independencia del grupo social a través de ser consciente de las responsabilidades de nuestros propios actos,

¿somos capaces de conocer de la auténtica naturaleza de nuestro pensamiento y como ésta influye en la consecución de nuestros máximos objetivos o aquellos que seamos capaces de realizar?

si somos capaces, ¿qué determina que tomemos unas decisiones u otras? ¿el razonamiento una vez más?
¿tenemos las erramientas necesarias para no caer en falacias que nos alejen de la verdad o realidad en la organización de las ideas?
¿en este sentido, estamos preparados en según qué momentos de la vida para determinar los beneficios de la consecución de nuestros objetivos en función de las decisiones que tomemos para con ella?

¿Cómo llegamos a la conclusión de determinados intereses?

¿Influye la edad, la madurez, la capacidad de razonamiento en éste sentido? o ¿simplemente un sistema de razonamiento concreto puede determinar de manera efectiva la conclusión positiva de nuestra búsqueda de la propia realidad?

                                                              _____________________

Si tenemos en cuenta las teorías filosóficas de los ultimos siglos sobre el conocimiento, no llegamos a la conclusión de si dicho razonamiento o teoría del conocimiento de un tema en concreto puede ser la acertada, cuando no tenemos en cuenta el objeto por el cual se fundamenta  ese conocimiento. Pero las cosas no tienen conocimiento ni actividad sensorial en si que los determine si no que somos nosotros los que le damos un significado, así que en este sentido, me limitaré a definir el conocimiento desde la perspectiva de ser la percepción sensorial de la certeza de la realidad de algo, ya sea situación u objeto (que nos afecta emocionalmente), a través de determinados métodos que desechen la sensación de equivocación.

En mi opinión el conocimiento bien podría llegar a ser la conclusión de la actividad mediante la cual llegamos a las conclusiones que nos acercan a una realidad que en ocasiones idealizamos y que para llegar al conocimiento de ella, experimentamos a través del razonamiento. Sería entonces su consecuencia máxima, el acierto en la actividad del razonamiento.

Entonces, según lo anterior, es decir, el sentido y significado de la actividad de razonar, ¿conocemos la función de nuestras propias necesidades en si, en función de nuestro método de razonamiento, pudiendo ser éste según el significado que le damos a las ideas o lo que razonamos de ellas, o conocemos en función de nuestras propias necesidades, las más biológicas? Si esto es así; si comparamos nuestras conclusiones en función de la conclusión positiva o negativa de nuestro razonamiento a nivel empírico, podemos estar o no equivocados, pero en tanto podamos comparar con nuestra capacidad de discernir la certeza, de manera biológica, podremos determinar cuánto lo estamos a la larga.

Aquí entonces encontramos dos tipos de conocimiento que vienen definidos por el método al cual demos más importancia en el rango de experiencias que nos hayan funcionado mejor o peor. Si bien el primero, el que se basa en el razonamiento de la conclusión de nuestras propias ideas puede llevarnos a conclusiones positivas o negativas que solo podrán comprobarse a posteriori en función de la satisfacción o no que nos produzcan, el segundo viene dado de manera innata pero que habrá de ser descifrado a través del razonamiento que nos lleve a su propio conocimiento, a la razón de ser de éste hecho mediante la expresión propia del razonamiento. Una especie de re-encuentro recíproco con la experiencia a través del razonamiento que lo convierte ya en lógica. Por tanto, según esto, nos vendría dado un tipo de conocimiento por el cual seríamos capaces de contrastar aquello que nos beneficie ya más a largo plazo con aquello sobre a lo que hayamos llegado según determinadas conclusiones y que en este caso, verificaremos a medida que lo vayamos experimentando, comparándolo con experiencias ajenas. Siendo así, esto último sería la conclusión de que el resultado de éste tipo de razonamiento es distinto al primero ya que en el primero el conocimiento viene dado de antemano, solo que no se re-conoce a priori (si no que se hace a través del razonamiento) y el segundo se experimenta despues del razonamiento o significado que le demos a nuestras propias ideas, según nuestra experiencia o las conclusiones que hayamos sacado en la vida.

Este conocimiento también puede venir definido por diferentes amplitudes según la magnitud de nuestras ambiciones con respecto a un tema. Pero el razonamiento de una forma u otra planteado (ya no mejor ni peor, sino producente o contraproducente, puesto que cada tipo de razonamiento lo determina la naturaleza pensante, la capacidad de observación, lógica, conocimiento teórico, raciocinio, etc. de cada persona) puede determinar la conclusión satisfactoria a la cual pretendemos llegar sobre un tema.

¿Qué determina que seamos capaces de llegar a conclusiones positivas?

Según esto sabemos que la sensación de conocimiento nos da la respuesta pero, ¿qué hay del método? 

Este camino o bucle que va de la incógnita o absoluto desconocimiento, a la intuición que pasa a ser realidad tras un determinado tipo de razonamiento para si acaso llegar a ser conocimiento empírico es nuestro método para encontrar respuestas a la búsqueda de satisfacción de necesidades, y consecuentes ansiedades, y que acompañan nuestro camino lleno de incógnitas a las que tenemos que dar respuestas en ésta vida. Pero como tal método puede llevarnos a errores de conclusión que nos demuestren que de manera inmediata o a la larga, nuestras necesidades más primarias, básicas o vitales han sido o no satisfechas.


I.

3 comentarios:

  1. "búsqueda de la verdad como medio para encontrar la meta", hmmm no se ....

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Qué es lo que no entiendes. Si la meta es la satisfacción personal, y si entendemos esto como la consecuencia última de la verdad, se entiende que la búsqueda de la verdad sirva para encontrar la meta de la satisfacción última. Un saludo.

      Eliminar
  2. gracias por tu comentario.

    ResponderEliminar