En Madrid, a 26 de Marzo de 2020
Para mí, el ideal de la construcción una sociedad avanzada está directamente relacionada con la anarquía (la organización social del individuo de tal manera que es capaz de generar recursos por si mismo sin detrimento del resto y por un beneficio común).
Aún así, no entiendo que esto pueda ser posible si no se entiende o se hace respecto a la trayectoria ideológica del ser humano durante sus años de pensamiento. Su organización social y como ésta se ha desarrollado.
La principal representación de esta circunstancia que ocurre desde hace siglos, es la organización de la sociedad a través de instituciones.
Estas instituciones impartían unas reglas de conducta y pensamiento si, pero en base a una trayectoria y conocimiento históricos.
Entonces, no entiendo la anarquía como solución a las carencias del sistema, si ésta no ha sido construida en base al análisis profundo del significado de estas instituciones y lo que éstas significan en el individuo, y cómo le han construido a lo largo de los siglos. Analizando los contras y pros de esta circunstancia.
No entiendo la anarquía que se aparta de ese concepto de sociedad y surge al margen de una coherencia histórica que la de significado y que, cuyo significado, no cale en los individuos que componen esa sociedad, de tal manera que se sientan preparados para desvincularse de la "coordinación" de la institución.
Ésto es necesario para que la anarquía funcione. Además de la autodeterminación del individuo que se reconoce con un ente independiente en sociedad porque tras su recorrido, se siente capaz de conseguirlo.
Evidentemente, la anarquía no es la epifanía de la sociedad política actual (algo que explicaría mejor la misarquía) pero si en algún momento nos vemos en la posibilidad de plantear una sociedad más equitativa mediante esta ideología, sería necesario plantear, qué trabajo han hecho las instituciones a lo largo de estos siglos, para preparar a sus civilizaciones para una independencia productiva del individuo.
I. Morgades.
jueves, 26 de marzo de 2020
"Populítica"
En Madrid, a 26 de marzo de 2020.
Etimología.
"Populitismo" (de "populítica").
En el siglo XXI y gracias a la propagación de los medios directos de comunicación y a la neopolítica, se está creando una "nueva" corriente de opinión que solo alcanzo a llamar: "populitismo" (de "populítica").
No intentéis buscarlas en el diccionario. No existen. Me las acabo de inventar y, os diré en que consisten:
"Populítica" = populismo + política + moral.
Hablo de "populítismo" cuando me refiero a una corriente de pensamiento que abarca muchos campos y colores de esta sociedad y, que se fundamenta en la irrealidad de responder a determinadas doctrinas "populíticas", que sirven para conducir a la sociedad en función, en este caso, de ideas. Estas doctrinas son morales, y actúan como condiciones morales sobre lo que está bien y lo que está mal en base a un supuesto conocimiento del bien de las capas sociales populares ( o lo que es lo mismo "populítica") y, mediante la acción ilícita del populismo. Dificultando las relaciones entre los grupos de la sociedad.
Ahora os muestro el significado de las palabras reales por separado, según la RAE (Real Academia -de la lengua- Española) de las palabras: populismo y política:
- Populismo: tendencia política que pretende atraerse a las clases populares.
- Política: perteneciente o relativo a la doctrina política.
Ahora os muestro otros significados (que podéis comparar también) y, que para mi son relevantes:
- Populismo: Tendencia política que dice defender los intereses y aspiraciones del pueblo.
- Política: Actividad de los que gobiernan o aspiran a gobernar los asuntos que afectan a la sociedad o a un país.
Según la definición de la RAE, el 'populismo' es nada más y nada menos que una tendencia política. Que además pretende atraerse (que no otros verbos como significarse, representar, o dirigirse) a las clases populares.
Entendiendo esto así, resulta que parece ser un método entonces, que utilizan los políticos para acercarse a las clases populares. Habréis oído o leído el término muchas veces en los medios pero, os diré en qué consiste ese acercamiento.
En televisión y en otros medios de comunicación, vemos constantemente a unos políticos contra otros llamarse populistas. Vemos pensadores de la corriente actual, desacreditar a otros pensadores con este adjetivo. Entendemos entonces que, la raíz de ese acercamiento (político + sociedad popular) no es lícita. Lo califican como una estratagema para conseguir votos.
Cuando en un medio de comunicación o en política, el emisor manda un mensaje de acercamiento dirigido a la sociedad popular (receptor) apelando a una corrección moral o ética, pero en base a sus propios intereses: mayor o menor audiencia, mayor o menor responsabilidad, mayor o menor influencia. Etc.
La corriente ideológica (que rara vez se analiza y se genera en el receptor que la asimila sería el "populitismo").
Cual es el problema. El problema surge cuando para acercarse se esa manera a las capas populares de la sociedad, se apela a una misma experiencia empírica cuando no ha ocurrido o no se ha experimentado. Y se hace en base a la exaltación de las emociones más primarias para crear vínculos que en un principio parecían inexistentes, y que si se asimilan, pueden llegar a confundir la realidad del receptor encaminándole a la consecución de las verdaderas intenciones del emisor.
Ese es el auténtico problema del populismo. Su derivada "populítica" y, su consecuencia más influyente: la "populitismo".
I. Morgades.
Etimología.
"Populitismo" (de "populítica").
En el siglo XXI y gracias a la propagación de los medios directos de comunicación y a la neopolítica, se está creando una "nueva" corriente de opinión que solo alcanzo a llamar: "populitismo" (de "populítica").
No intentéis buscarlas en el diccionario. No existen. Me las acabo de inventar y, os diré en que consisten:
"Populítica" = populismo + política + moral.
Hablo de "populítismo" cuando me refiero a una corriente de pensamiento que abarca muchos campos y colores de esta sociedad y, que se fundamenta en la irrealidad de responder a determinadas doctrinas "populíticas", que sirven para conducir a la sociedad en función, en este caso, de ideas. Estas doctrinas son morales, y actúan como condiciones morales sobre lo que está bien y lo que está mal en base a un supuesto conocimiento del bien de las capas sociales populares ( o lo que es lo mismo "populítica") y, mediante la acción ilícita del populismo. Dificultando las relaciones entre los grupos de la sociedad.
Ahora os muestro el significado de las palabras reales por separado, según la RAE (Real Academia -de la lengua- Española) de las palabras: populismo y política:
- Populismo: tendencia política que pretende atraerse a las clases populares.
- Política: perteneciente o relativo a la doctrina política.
Ahora os muestro otros significados (que podéis comparar también) y, que para mi son relevantes:
- Populismo: Tendencia política que dice defender los intereses y aspiraciones del pueblo.
- Política: Actividad de los que gobiernan o aspiran a gobernar los asuntos que afectan a la sociedad o a un país.
Según la definición de la RAE, el 'populismo' es nada más y nada menos que una tendencia política. Que además pretende atraerse (que no otros verbos como significarse, representar, o dirigirse) a las clases populares.
Entendiendo esto así, resulta que parece ser un método entonces, que utilizan los políticos para acercarse a las clases populares. Habréis oído o leído el término muchas veces en los medios pero, os diré en qué consiste ese acercamiento.
En televisión y en otros medios de comunicación, vemos constantemente a unos políticos contra otros llamarse populistas. Vemos pensadores de la corriente actual, desacreditar a otros pensadores con este adjetivo. Entendemos entonces que, la raíz de ese acercamiento (político + sociedad popular) no es lícita. Lo califican como una estratagema para conseguir votos.
Así, el caso del término 'política', no parece hacer referencia a un interés oculto y se basa en doctrinas (conjunto de ideas, enseñanzas o principios básicos defendidos por un movimiento) que, en principio si el sistema en el que se aplican es democrático, son cuanto menos humanitarias (-aunque no siempre se de el caso).
¿Porqué asociar esas dos palabras? ¿Qué significado tienen unidas?
Se está generando una corriente de pensamiento, gracias a la manipulación que hacen de la información los medios de comunicación y a la inercia de las corrientes de opinión que le siguen; que genera una ideología peligrosa que viene determinada por una inexperiencia física de la realidad que se sostiene. Me explico.
En FILOSOFÍA, se entiende como empirismo: la teoria que "afirma que cualquier tipo de conocimiento procede únicamente de la experiencia, ya sea experiencia interna (reflexión) o externa (sensación), y que esta es su única base." (diccionario de Google).
Valga decir, que estoy muy a favor de esta teoría porque creo que engloba a todos los elementos de la naturaleza sensible.
Pero, lo que quiero decir es que, sin la experimentación sensible de la realidad no existe la coherencia entre la realidad y la reflexión (porque le falta el segundo vínculo: las sensaciones).
Ocurre aquí que hay mucha gente, (demasiada) que en su día a día, se apropia de este supuesto "bien" que hacen de la preocupación de las capas populares y mandan su mensaje, sin haber experimentado o tan siquiera apreciado sensibilidad alguna equiparable de manera real a esa preocupación de las capas populares de la sociedad que necesitan un cambio. Entonces se da lugar a la "populítica".
Sin embargo, entre el receptor y el emisor no existe la misma idiosincrasia, que es ni más ni menos que el conjunto de condiciones sociales y experiencias que se comparten entre un grupo cultural social. Por lo tanto, cuando no es así, venimos de vivencias y mundos distintos. No hemos experimentado, (al menos según la clase social en la que estemos diferenciados) lo mismo, a lo largo de nuestra vida, que otra clase social que no ha pasado por las mismas experiencias.
En este sentido, se puede entender que ésta sea la auténtica razón de que se esté incurriendo en el populismo.
El interés del emisor y el interés del receptor estaban lejos. Por eso tenían que atraerse. Lo que ocurre, es que el término populismo hace referencia a una asociación ilícita y, parte de la base de que el acercamiento es ilícito por que, la intención del emisor no es la que llega a alcanzar el receptor.
Un ejemplo de esta "populítica".
¿Porqué asociar esas dos palabras? ¿Qué significado tienen unidas?
Se está generando una corriente de pensamiento, gracias a la manipulación que hacen de la información los medios de comunicación y a la inercia de las corrientes de opinión que le siguen; que genera una ideología peligrosa que viene determinada por una inexperiencia física de la realidad que se sostiene. Me explico.
En FILOSOFÍA, se entiende como empirismo: la teoria que "afirma que cualquier tipo de conocimiento procede únicamente de la experiencia, ya sea experiencia interna (reflexión) o externa (sensación), y que esta es su única base." (diccionario de Google).
Valga decir, que estoy muy a favor de esta teoría porque creo que engloba a todos los elementos de la naturaleza sensible.
Pero, lo que quiero decir es que, sin la experimentación sensible de la realidad no existe la coherencia entre la realidad y la reflexión (porque le falta el segundo vínculo: las sensaciones).
Ocurre aquí que hay mucha gente, (demasiada) que en su día a día, se apropia de este supuesto "bien" que hacen de la preocupación de las capas populares y mandan su mensaje, sin haber experimentado o tan siquiera apreciado sensibilidad alguna equiparable de manera real a esa preocupación de las capas populares de la sociedad que necesitan un cambio. Entonces se da lugar a la "populítica".
Sin embargo, entre el receptor y el emisor no existe la misma idiosincrasia, que es ni más ni menos que el conjunto de condiciones sociales y experiencias que se comparten entre un grupo cultural social. Por lo tanto, cuando no es así, venimos de vivencias y mundos distintos. No hemos experimentado, (al menos según la clase social en la que estemos diferenciados) lo mismo, a lo largo de nuestra vida, que otra clase social que no ha pasado por las mismas experiencias.
En este sentido, se puede entender que ésta sea la auténtica razón de que se esté incurriendo en el populismo.
El interés del emisor y el interés del receptor estaban lejos. Por eso tenían que atraerse. Lo que ocurre, es que el término populismo hace referencia a una asociación ilícita y, parte de la base de que el acercamiento es ilícito por que, la intención del emisor no es la que llega a alcanzar el receptor.
Un ejemplo de esta "populítica".
Cuando en un medio de comunicación o en política, el emisor manda un mensaje de acercamiento dirigido a la sociedad popular (receptor) apelando a una corrección moral o ética, pero en base a sus propios intereses: mayor o menor audiencia, mayor o menor responsabilidad, mayor o menor influencia. Etc.
La corriente ideológica (que rara vez se analiza y se genera en el receptor que la asimila sería el "populitismo").
Cual es el problema. El problema surge cuando para acercarse se esa manera a las capas populares de la sociedad, se apela a una misma experiencia empírica cuando no ha ocurrido o no se ha experimentado. Y se hace en base a la exaltación de las emociones más primarias para crear vínculos que en un principio parecían inexistentes, y que si se asimilan, pueden llegar a confundir la realidad del receptor encaminándole a la consecución de las verdaderas intenciones del emisor.
Ese es el auténtico problema del populismo. Su derivada "populítica" y, su consecuencia más influyente: la "populitismo".
I. Morgades.
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domingo, 22 de marzo de 2020
Orientación sexual y sentimientos
En Madrid, 22 de Marzo de 2020.
Seguimos con el confinamiento.
Seguimos con el Estado de Emergencia.
La mujer y otros familiares del presidente del gobierno (Pedro Sanchez - PSOE) están contagiados por el virus de la pandemia.
Siguen los muertos.
Y mientras tanto, yo intento resarcirme de tanta incertidumbre escribiendo.
Y hablando de confinamiento, quiero hablar de orientación sexual y cómo esta ha evolucionado.
Sabemos que hoy en día existen muchas formas de sentir el amor (o al menos eso nos quieren hacer creer).
Hoy en día, hay países que plantean que, la pederastia se considere un tipo de orientación sexual.
A mi simplemente me parece alarmante.
Pero ¿porqué no se habla abiertamente de ello para poner el grito en el cielo?
Hoy en día se respeta lo que se llama "amor libre". Pero, ¿es realmente amor?
Apelan a que antiguamente las relaciones no se mantenían por amor si no por conveniencia y que eso nos mantenía castrados. ¿Pero ha sido así en todas las épocas dela historia y en todas las clases sociales? ¿en todos los países?
Pareciera que se respetara más esta teoría ideológica del "amor libre" que lo que llamaré "amor tradicional".
Pero, porqué el amor libre es amor libre y el amor tradicional amor tradicional.
Pues bien, entiendo que, la diferencia entre ellos son las bases sociales y emocionales en las que se basan.
El amor tradicional responde al sentido en que las sociedades (incluso las más antiguas) entendían los vínculos afectivos para la proliferación de la familia. Lo que es; un hombre, una mujer y la creación de estos de unos hijos. Ese sería el núcleo familiar que se ha entendido siempre por "tradicional". Todas las sociedades para su proliferación, se han basado en él.
**Entendemos, que no se puede ampliar (al menos no antiguamente) la familia si no se dan las condiciones adecuadas, es decir, que el miembro varón engendre al miembro femenino, y el miembro femenino de a luz. Sin estas condiciones no habría familia (o al menos, no familia tradicional) como siempre se la había conocido.**
Después surgió el "amor libre". Que es un término más o menos moderno.
En pleno siglo XXI, las cosas han cambiado un poco.
Ahora el núcleo familiar, no está supeditado a una lógica tradicional, si no a una corriente ideológica.
Y ¿porqué digo a una corriente ideológica y no al amor como algunos esperan?
Porque, partiendo de una necesidad presupuesta de expresión de la sexualidad (natural o no) de las personas que componen este siglo, se apela a una nueva coherencia sexual y existencial en la que el amor hace de intermediario para mantener ese tipo de relaciones sexuales fuera de lo tradicional.
Para entender ésto, primero tendremos que saber qué entendemos por "amor" y por "sexo".
Somos conscientes de que la palabra sexo, primordialmente considera el género de la persona humana. Y entiendo, que al ser una palabra asignada posteriormente a la existencia del género e incluso del apareamiento, también somos conscientes de que es posteriormente que ha adquirido el significado actual.
Entendemos que como somos seres evolucionados, ya no nos apareamos, si no que mantenemos relaciones sexuales.
Es evidente, que el sentido de estas dos palabras hoy en día es muy diferente. Las personas mantienen relaciones sexuales, no se aparean. Aparearse, en la época de atapuerca se hacía por instinto de supervivencia de la especie. Hoy, mantener relaciones sexuales se puede hacer por muchos motivos. Por desatar estrés, por salud, por belleza, e incluso por la procreación.
Pero, en medio de toda esta circunstancia, hay un hecho o mecanismo que conduce esta relación sexual, apareamiento o acto de procreación, y a través de la cual se decide con quien mantener relaciones sexuales. Ya sea por gusto o incluso hoy en día por interés.
Podría decir que ese mecanismo es siempre el mismo, pero, ha diversificado.
Hoy en día hay muchos motivos por los cuales se mantienen relaciones sexuales (sean conocidos o no, más dignos o menos dignos) pero se mantienen con un objetivo y mediante un medio que puede ser ideológico o sentimiental.
De ahí lo que considero la diferencia entre sexo con amor o sin amor.
Entonces, ¿cual es el problema?
Si vivimos en la sociedad del amor libre, ¿quién soy yo para juzgar el motivo por el cual hoy en día las personas mantienen relaciones sexuales?
En primer lugar, considero, que sí, todo tiene que hacerse por un motivo o razón (más valorable o no, más o menos digno) pero el cómo se haga y para qué también considero que tiene que tener importancia.
¿Por qué?
Considero, que siendo ya Homo Sapiens Sapiens (que no Sapiens a secas), debemos tener consciencia de que lo que pensamos, decimos o creemos y, cómo lo expresamos a través de nuestro cuerpo, tiene importancia y sobrotodo, tiene que tener una coherencia histórica que resultará lógica.
Mantener relaciones sexuales ideológicas, no responde a la necesidad fisiológica de nuestro cuerpo. Y os diré por qué.
Nuestro cuerpo, nuestro sexo y nuestras células, tienen una memoria genética. Muy inteligente. Recuerda físicamente, que las relaciones sexuales, primordialmente son para procrear. Si no, nuestra constitución fisiológica también habría cambiado. Nuestros órganos sexuales. Habrían evolucionado. Pero se mantienen.
Para el cuerpo humano, una vez desarrollado, ya tenemos designada nuestra tarea en el hecho de la procreación y ese es su fundamento básico. Y aquí solo hablamos de los físico.
Luego está lo cerebral, que algunos llaman intelectual. Pues bien, no es lo mismo.
La intelectualidad es una consecuencia de la actividad cerebral (que también es física) pero es una consecuencia ideológica. No por eso menos importante, ya que sin ideas no hay pensamiento o viceversa pero, sin la organización de ideas, no hay intelectualidad.
Recordemos que las teorías modernas del porqué de las relaciones sexuales libres es muy reciente. Antes directamente se asumía que las cosas no eran así.
Entonces, ¿de donde viene tanta ansiedad por considerarse sexualmente libres, al menos, en países desarrollados?
Algunos, apelan a eso, a que hay una parte de la sociedad que no ha evolucionado y que no acepta estas, diferencias que al fin y al cabo para mi solo son ideológicas. No respetan la diferencia sexual en la que ellos se ven enmarcados. Y esto les resta derechos. Les impide ser más libres.
Esta corriente ideológica de los que llamaré "afectados" está en contraposición a una parte de la sociedad que no acepta esa nueva corriente ideológica (que será vista de una u otra manera según qué país y qué gobierno) del amor libre. He intentare desentrañar el sentido de su por qué.
Algunos de los "no afectados" entienden, que su libertad sexual estará también en compromiso si se considera la libertad sexual de los "afectados" ¿dónde radica el problema? En que piensan que el sentido de la familia (pilar fundamental de toda sociedad) se destruirá. Y esto es importante considerarlo.
¿Se trata de un problema de libertad de expresión entonces?
¿Una cuestión ideológica?
¿Se puede crear una familia sin amor, solo basándose en teorías ideológicas?
Hoy en día si.
Incluso, hemos llegado a un punto en la historia en la que, posicionarnos a una edad joven ante la teoría de las relaciones tradicionales (para mi, las que se dan por amor y hoy en día, en plena libertad de elección entre un hombre y una mujer y, se hacen con el propósito de ampliar la sociedad hacia un bien común, ya marcado o no), parece arcaico, antiguo. Se tergiversa y no se respeta. Y ahí está el problema.
No se respetan las libertades de unos ni se respetan las libertades de otros. Los mismos que juzgan que no se les respeta, no respetan al juzgar a los demás.
Particularmente, creo que el respeto no se puede ejercer si no hay un equilibrio entre lo que pensamos y lo que hacemos. Lo que decimos y lo que sentimos.
Y ahí radica la cuestión.
Una corriente ideológica, puede crear trayectoria pero a no ser que esté en concordancia con nuestros actos no será coherente ni durará en el tiempo. Pero, ¿puede una corriente ideológica dirigir nuestros actos y palabras? Depende.
Dependerá hasta qué punto nos creamos lo que nos decimos o nos dicen.
Pero, ¿no es creer una sensación de certeza?
Aquí ya entra la sensación del cuerpo de si lo es. Sí, la proyecta el cerebro, pero, la sentimos en todo el cuerpo, de ahí la sensación de realidad. Por lo tanto de certeza.
Por lo tanto, ¿se puede creer en una idea que no se siente, o mejor dicho, que no se interioriza?
Entramos aquí en la disociación: actividad cerebral (que no intelectualidad) y experiencia física. Esto no debería ser posible. Sin embargo, si se puede disociar la intelectualidad de la experiencia física, en cuyo caso, si es así, no habrá sensación de certeza.
Pero si no nos lleva a la certeza, ¿para qué es posible esto?
Pues bien, llegaríamos aquí a circunstancia de que hemos evolucionado a Homo Sapiens Sapiens, como decía antes, y que esto debería llevarnos a una lógica racional entre pensamiento y experiencia. O al menos, a dirigir nuestros actos en función de esta coherencia.
El problema viene cuando no hemos experimentado lo suficiente como para adquirir esa coherencia. No significa que no podamos, simplemente que no lo hemos hecho.
Entonces, cómo entender el amor libre, si según entiendo yo no va en concordancia (al tratarse de un movimiento ideológico) con la memoria genética de nuestro cuerpo o física.
Pues bien, muchos dirán que el mantener relaciones con una persona del mismo sexo, o con un menor como se dan casos o incluso con un animal, no va en detrimento de la memoria genética o el porqué de la selección sexual de nuestro cuerpo en el momento de la gestación. Pero para mí, hasta en eso, la naturaleza nos da una lección de experiencia porque sí sabe lo que hace.
También dirán que ese tipo de relaciones viene ocurriendo desde hace siglos, algunos incluso dirán que existen ese tipo de relaciones desde los neanderales, pero yo digo, que nosotros hemos evolucionado y hoy en día obviamos (tal vez por nuestros propios intereses o no), el hecho de que para mantener relaciones sexuales con una persona ajena necesitamos una excusa y esta debe ser honesta (o puede que no). Y ahí está el problema.
En la época de Atapuerca, los neandertales no se guiaban por ideología. Sabemos que eran más agresivos e instintivos a la hora de mantener relaciones sexuales. Pero nosotros ya somos Homo Sapiens Sapiens y según esto, deberíamos saber por que las tenemos y esto, tener cierta concordancia con la lógica de la naturaleza a la que hemos llegado.
Entonces, entiendo que se pueden mantener relaciones de una manera honesta y de una manera deshonesta. Por amor, o ideológicamente. Y dependerá del vehículo nuestra excusa para mantenerlas.
Y en eso consiste el amor libre. En idealizar el motivo o la excusa por la que se mantienen relaciones sexuales. Darle otro sentido que el tradicional.
¿Por qué? Tal vez, porque con la evolución del hombre y la sociedad, los intereses del ser humano han cambiado. Es curioso, porque han cambiado sus intereses pero su fisiología no. Y eso es lo interesante.
¿No sería posible, que en una constante evolución del pensamiento y la consecuente ideología, hayamos perdido la concordancia entre lo que decimos y hacemos?
Siendo la procreación el mayor factor de evolución del ser humano y viendo como esta es conducida o bien por sentimientos (coherentes o no) o, apoyados en teorías ideológicas aprendidas del exterior, ¿es lógico, que existan otro tipo de vínculos afectivos al margen del que yo considero tradicional a día de hoy?
Todos hemos idealizado alguna vez el amor (vehículo o excusa para mantener relaciones sexuales). Encontrar a una persona única para nosotros con la que compartir el resto de nuestra vida llenos de dicha y alegría (pura ideología). Pero muchas veces eso no nos es posible. Incluso por factores ajenos a nosotros. Entonces, entra en juego la sociedad que intercede en nuestro amor (papeleos para casarse, intromisión de terceros que afectan a la relación, desconocimiento del sentido de la pareja, etc.). Surgen otras formas de amor. ¿pero en qué se basan?
En este sentido, entiendo fundamental el factor social de que las instituciones enseñen a sus ciudadanos el verdadero sentido de las relaciones sexuales ya que, las diferentes teorías ideológicas, apelarán a circunstancias vividas por otras personas relacionadas o no con nosotros.
Creo que ha de haber un motivo honesto para mantener relaciones y este se siente que estudiar y tener una lógica completa.
Pero porqué las instituciones. Pues bien, porque son las responsables de la conducta social de sus ciudadanos. Y muchas veces, esta conducta afecta a las relaciones.
Ya no digo que orienten sexualmente, digo que informen sobre el sentido fundamental del vínculo para mantener relaciones. Que se estudie.
Y digo esto porque hoy en día parece que basta una teoría para que una relación se convierta en relación. Si se interioriza se convierte en creencia. ¿o no? ¿donde quedan los sentimientos honestos y limpios? Los que saben las respuestas de las preguntas.
Entiendo que en tanto una relación sexual se base en una teoría y no en una emoción lógica (como es el amor), las relaciones sexuales no serán honestas. Al menos, no con una lógica coherente de los sentimientos y la sociedad.
¿Pero de donde nacen los sentimientos honestos?
O la pregunta es, ¿dónde se confunden?
Pues bien, creo que el problema está en la falta de concordancia entre nuestras propias ideas como individuos (y nuestro pasado) y nuestra experiencia o memoria fisiológica de lo que somos, además de una descordinación de la conducta social exterior y para con nosotros.
No digo que el "amor libre" sea un mal social, digo que no tiene consistencia histórica por lo tanto no tiene mucho futuro en tanto no se comprenda el sentido honesto de la unión.
I. Morgades.
Seguimos con el confinamiento.
Seguimos con el Estado de Emergencia.
La mujer y otros familiares del presidente del gobierno (Pedro Sanchez - PSOE) están contagiados por el virus de la pandemia.
Siguen los muertos.
Y mientras tanto, yo intento resarcirme de tanta incertidumbre escribiendo.
Y hablando de confinamiento, quiero hablar de orientación sexual y cómo esta ha evolucionado.
***
Sabemos que hoy en día existen muchas formas de sentir el amor (o al menos eso nos quieren hacer creer).
Hoy en día, hay países que plantean que, la pederastia se considere un tipo de orientación sexual.
A mi simplemente me parece alarmante.
Pero ¿porqué no se habla abiertamente de ello para poner el grito en el cielo?
Hoy en día se respeta lo que se llama "amor libre". Pero, ¿es realmente amor?
Apelan a que antiguamente las relaciones no se mantenían por amor si no por conveniencia y que eso nos mantenía castrados. ¿Pero ha sido así en todas las épocas dela historia y en todas las clases sociales? ¿en todos los países?
Pareciera que se respetara más esta teoría ideológica del "amor libre" que lo que llamaré "amor tradicional".
Pero, porqué el amor libre es amor libre y el amor tradicional amor tradicional.
***
Pues bien, entiendo que, la diferencia entre ellos son las bases sociales y emocionales en las que se basan.
El amor tradicional responde al sentido en que las sociedades (incluso las más antiguas) entendían los vínculos afectivos para la proliferación de la familia. Lo que es; un hombre, una mujer y la creación de estos de unos hijos. Ese sería el núcleo familiar que se ha entendido siempre por "tradicional". Todas las sociedades para su proliferación, se han basado en él.
**Entendemos, que no se puede ampliar (al menos no antiguamente) la familia si no se dan las condiciones adecuadas, es decir, que el miembro varón engendre al miembro femenino, y el miembro femenino de a luz. Sin estas condiciones no habría familia (o al menos, no familia tradicional) como siempre se la había conocido.**
Después surgió el "amor libre". Que es un término más o menos moderno.
***
En pleno siglo XXI, las cosas han cambiado un poco.
Ahora el núcleo familiar, no está supeditado a una lógica tradicional, si no a una corriente ideológica.
Y ¿porqué digo a una corriente ideológica y no al amor como algunos esperan?
Porque, partiendo de una necesidad presupuesta de expresión de la sexualidad (natural o no) de las personas que componen este siglo, se apela a una nueva coherencia sexual y existencial en la que el amor hace de intermediario para mantener ese tipo de relaciones sexuales fuera de lo tradicional.
Para entender ésto, primero tendremos que saber qué entendemos por "amor" y por "sexo".
***
Somos conscientes de que la palabra sexo, primordialmente considera el género de la persona humana. Y entiendo, que al ser una palabra asignada posteriormente a la existencia del género e incluso del apareamiento, también somos conscientes de que es posteriormente que ha adquirido el significado actual.
Entendemos que como somos seres evolucionados, ya no nos apareamos, si no que mantenemos relaciones sexuales.
Es evidente, que el sentido de estas dos palabras hoy en día es muy diferente. Las personas mantienen relaciones sexuales, no se aparean. Aparearse, en la época de atapuerca se hacía por instinto de supervivencia de la especie. Hoy, mantener relaciones sexuales se puede hacer por muchos motivos. Por desatar estrés, por salud, por belleza, e incluso por la procreación.
Pero, en medio de toda esta circunstancia, hay un hecho o mecanismo que conduce esta relación sexual, apareamiento o acto de procreación, y a través de la cual se decide con quien mantener relaciones sexuales. Ya sea por gusto o incluso hoy en día por interés.
Podría decir que ese mecanismo es siempre el mismo, pero, ha diversificado.
Hoy en día hay muchos motivos por los cuales se mantienen relaciones sexuales (sean conocidos o no, más dignos o menos dignos) pero se mantienen con un objetivo y mediante un medio que puede ser ideológico o sentimiental.
De ahí lo que considero la diferencia entre sexo con amor o sin amor.
Entonces, ¿cual es el problema?
Si vivimos en la sociedad del amor libre, ¿quién soy yo para juzgar el motivo por el cual hoy en día las personas mantienen relaciones sexuales?
***
En primer lugar, considero, que sí, todo tiene que hacerse por un motivo o razón (más valorable o no, más o menos digno) pero el cómo se haga y para qué también considero que tiene que tener importancia.
¿Por qué?
Considero, que siendo ya Homo Sapiens Sapiens (que no Sapiens a secas), debemos tener consciencia de que lo que pensamos, decimos o creemos y, cómo lo expresamos a través de nuestro cuerpo, tiene importancia y sobrotodo, tiene que tener una coherencia histórica que resultará lógica.
Mantener relaciones sexuales ideológicas, no responde a la necesidad fisiológica de nuestro cuerpo. Y os diré por qué.
Nuestro cuerpo, nuestro sexo y nuestras células, tienen una memoria genética. Muy inteligente. Recuerda físicamente, que las relaciones sexuales, primordialmente son para procrear. Si no, nuestra constitución fisiológica también habría cambiado. Nuestros órganos sexuales. Habrían evolucionado. Pero se mantienen.
Para el cuerpo humano, una vez desarrollado, ya tenemos designada nuestra tarea en el hecho de la procreación y ese es su fundamento básico. Y aquí solo hablamos de los físico.
Luego está lo cerebral, que algunos llaman intelectual. Pues bien, no es lo mismo.
La intelectualidad es una consecuencia de la actividad cerebral (que también es física) pero es una consecuencia ideológica. No por eso menos importante, ya que sin ideas no hay pensamiento o viceversa pero, sin la organización de ideas, no hay intelectualidad.
Recordemos que las teorías modernas del porqué de las relaciones sexuales libres es muy reciente. Antes directamente se asumía que las cosas no eran así.
Entonces, ¿de donde viene tanta ansiedad por considerarse sexualmente libres, al menos, en países desarrollados?
Algunos, apelan a eso, a que hay una parte de la sociedad que no ha evolucionado y que no acepta estas, diferencias que al fin y al cabo para mi solo son ideológicas. No respetan la diferencia sexual en la que ellos se ven enmarcados. Y esto les resta derechos. Les impide ser más libres.
Esta corriente ideológica de los que llamaré "afectados" está en contraposición a una parte de la sociedad que no acepta esa nueva corriente ideológica (que será vista de una u otra manera según qué país y qué gobierno) del amor libre. He intentare desentrañar el sentido de su por qué.
***
Algunos de los "no afectados" entienden, que su libertad sexual estará también en compromiso si se considera la libertad sexual de los "afectados" ¿dónde radica el problema? En que piensan que el sentido de la familia (pilar fundamental de toda sociedad) se destruirá. Y esto es importante considerarlo.
¿Se trata de un problema de libertad de expresión entonces?
¿Una cuestión ideológica?
¿Se puede crear una familia sin amor, solo basándose en teorías ideológicas?
Hoy en día si.
Incluso, hemos llegado a un punto en la historia en la que, posicionarnos a una edad joven ante la teoría de las relaciones tradicionales (para mi, las que se dan por amor y hoy en día, en plena libertad de elección entre un hombre y una mujer y, se hacen con el propósito de ampliar la sociedad hacia un bien común, ya marcado o no), parece arcaico, antiguo. Se tergiversa y no se respeta. Y ahí está el problema.
No se respetan las libertades de unos ni se respetan las libertades de otros. Los mismos que juzgan que no se les respeta, no respetan al juzgar a los demás.
Particularmente, creo que el respeto no se puede ejercer si no hay un equilibrio entre lo que pensamos y lo que hacemos. Lo que decimos y lo que sentimos.
Y ahí radica la cuestión.
Una corriente ideológica, puede crear trayectoria pero a no ser que esté en concordancia con nuestros actos no será coherente ni durará en el tiempo. Pero, ¿puede una corriente ideológica dirigir nuestros actos y palabras? Depende.
Dependerá hasta qué punto nos creamos lo que nos decimos o nos dicen.
Pero, ¿no es creer una sensación de certeza?
Aquí ya entra la sensación del cuerpo de si lo es. Sí, la proyecta el cerebro, pero, la sentimos en todo el cuerpo, de ahí la sensación de realidad. Por lo tanto de certeza.
Por lo tanto, ¿se puede creer en una idea que no se siente, o mejor dicho, que no se interioriza?
Entramos aquí en la disociación: actividad cerebral (que no intelectualidad) y experiencia física. Esto no debería ser posible. Sin embargo, si se puede disociar la intelectualidad de la experiencia física, en cuyo caso, si es así, no habrá sensación de certeza.
Pero si no nos lleva a la certeza, ¿para qué es posible esto?
Pues bien, llegaríamos aquí a circunstancia de que hemos evolucionado a Homo Sapiens Sapiens, como decía antes, y que esto debería llevarnos a una lógica racional entre pensamiento y experiencia. O al menos, a dirigir nuestros actos en función de esta coherencia.
El problema viene cuando no hemos experimentado lo suficiente como para adquirir esa coherencia. No significa que no podamos, simplemente que no lo hemos hecho.
Entonces, cómo entender el amor libre, si según entiendo yo no va en concordancia (al tratarse de un movimiento ideológico) con la memoria genética de nuestro cuerpo o física.
Pues bien, muchos dirán que el mantener relaciones con una persona del mismo sexo, o con un menor como se dan casos o incluso con un animal, no va en detrimento de la memoria genética o el porqué de la selección sexual de nuestro cuerpo en el momento de la gestación. Pero para mí, hasta en eso, la naturaleza nos da una lección de experiencia porque sí sabe lo que hace.
También dirán que ese tipo de relaciones viene ocurriendo desde hace siglos, algunos incluso dirán que existen ese tipo de relaciones desde los neanderales, pero yo digo, que nosotros hemos evolucionado y hoy en día obviamos (tal vez por nuestros propios intereses o no), el hecho de que para mantener relaciones sexuales con una persona ajena necesitamos una excusa y esta debe ser honesta (o puede que no). Y ahí está el problema.
En la época de Atapuerca, los neandertales no se guiaban por ideología. Sabemos que eran más agresivos e instintivos a la hora de mantener relaciones sexuales. Pero nosotros ya somos Homo Sapiens Sapiens y según esto, deberíamos saber por que las tenemos y esto, tener cierta concordancia con la lógica de la naturaleza a la que hemos llegado.
***
Entonces, entiendo que se pueden mantener relaciones de una manera honesta y de una manera deshonesta. Por amor, o ideológicamente. Y dependerá del vehículo nuestra excusa para mantenerlas.
Y en eso consiste el amor libre. En idealizar el motivo o la excusa por la que se mantienen relaciones sexuales. Darle otro sentido que el tradicional.
¿Por qué? Tal vez, porque con la evolución del hombre y la sociedad, los intereses del ser humano han cambiado. Es curioso, porque han cambiado sus intereses pero su fisiología no. Y eso es lo interesante.
¿No sería posible, que en una constante evolución del pensamiento y la consecuente ideología, hayamos perdido la concordancia entre lo que decimos y hacemos?
Siendo la procreación el mayor factor de evolución del ser humano y viendo como esta es conducida o bien por sentimientos (coherentes o no) o, apoyados en teorías ideológicas aprendidas del exterior, ¿es lógico, que existan otro tipo de vínculos afectivos al margen del que yo considero tradicional a día de hoy?
***
Todos hemos idealizado alguna vez el amor (vehículo o excusa para mantener relaciones sexuales). Encontrar a una persona única para nosotros con la que compartir el resto de nuestra vida llenos de dicha y alegría (pura ideología). Pero muchas veces eso no nos es posible. Incluso por factores ajenos a nosotros. Entonces, entra en juego la sociedad que intercede en nuestro amor (papeleos para casarse, intromisión de terceros que afectan a la relación, desconocimiento del sentido de la pareja, etc.). Surgen otras formas de amor. ¿pero en qué se basan?
En este sentido, entiendo fundamental el factor social de que las instituciones enseñen a sus ciudadanos el verdadero sentido de las relaciones sexuales ya que, las diferentes teorías ideológicas, apelarán a circunstancias vividas por otras personas relacionadas o no con nosotros.
Creo que ha de haber un motivo honesto para mantener relaciones y este se siente que estudiar y tener una lógica completa.
Pero porqué las instituciones. Pues bien, porque son las responsables de la conducta social de sus ciudadanos. Y muchas veces, esta conducta afecta a las relaciones.
Ya no digo que orienten sexualmente, digo que informen sobre el sentido fundamental del vínculo para mantener relaciones. Que se estudie.
***
Y digo esto porque hoy en día parece que basta una teoría para que una relación se convierta en relación. Si se interioriza se convierte en creencia. ¿o no? ¿donde quedan los sentimientos honestos y limpios? Los que saben las respuestas de las preguntas.
Entiendo que en tanto una relación sexual se base en una teoría y no en una emoción lógica (como es el amor), las relaciones sexuales no serán honestas. Al menos, no con una lógica coherente de los sentimientos y la sociedad.
¿Pero de donde nacen los sentimientos honestos?
O la pregunta es, ¿dónde se confunden?
Pues bien, creo que el problema está en la falta de concordancia entre nuestras propias ideas como individuos (y nuestro pasado) y nuestra experiencia o memoria fisiológica de lo que somos, además de una descordinación de la conducta social exterior y para con nosotros.
No digo que el "amor libre" sea un mal social, digo que no tiene consistencia histórica por lo tanto no tiene mucho futuro en tanto no se comprenda el sentido honesto de la unión.
I. Morgades.
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Afrodescendencia y sentimiento de pertenencia.
En Madrid, a 21 de Marzo de 2020
Buenas y memorables tardes!
Vamos por el quinto o sexto día de cuarentena en casa, por el Estado de Emergencia en el que vive actualmente el estado español (y casi la mayor parte del mundo) por la pandemia ocurrida tras la propagación de un virus mortal desde Wuhan (China), que se contagia a través de la mucosa o el contacto con otras personas y que ataca de manera directa a las vías respiratorias y a la garganta. No hay cura por el momento.
Para no volvernos locos (por no salir ha la calle), nos han dejado salir a la compra, al médico o la farmacia o a sacar al perro. No se puede ir a trabajar, a quedar con alguien, a pasear... No pueden ir dos personas juntas por la calle o en el coche y hay que tener justificación para salir a la calle.
Mientras, en mi mundo... Intento tranquilizarme charlando con conocidos y amigos de otros temas trascendentales.
En esta ocasión, me he encontrado con mi amigo Ngoy, que me ha pasado una información sobre "afrodescendencia y afrodescendientes" de cuyas conclusiones tras nuestra conversación, considero relevante hablar. ¿Porqué no?
¿Qué es "Afrodescendencia"?
El término es bastante reciente y su primera concepción y por lo tanto significado estricto, proviene de los palenques colombianos.
Más tarde, en 2001, muchos pensadores, diligentes y políticos, en una reunión de la ONU que tuvo lugar en Sudáfrica, decidieron declarar el "decenio afrodescendiente" que entre otras cosas, hacía referencia a la necesidad de que los países extranjeros a África en cuyos dominios se entiende que hay "afrodescendientes", de hacer proliferar leyes que garantizaran el derecho a sus ciudadanos afrodescendientes (o como entiendo yo "diferentes" y negros por algo que explicaré más tarde) de tener una vida digna con su condición de africanos o descendientes de africanos.
Hasta ahí todo bien. ¿Porqué no?
Todos sabemos que desde el final de la trata de esclavos africanos allá por el año 1900, (con el caos de sus consecuencias tanto en África como en los países de diáspora) hasta la posterior colonización e independencia, muchos hemos aprendido un concepto aberrante de la circunstancia africana que se tiene que solucionar de alguna manera. Tanto es así que, es difícil encontrar información previa referente a los imperios africanos en el mundo, previos a la trata de esclavos con las consecuencias que esto conlleva. Entonces, como no intentar solucionarlo.
La discusión que hemos tenido Ngoy y yo, hacía referencia al significado de la palabra "afrodescendiente" y porqué no usar esta palabra y no "negros" para determinar como agrupación a unos individuos cuyo factor común es la lucha por la supervivencia en diáspora de los afrodescendientes.
Claro, el término negro, en principo no podría acuñar esa concepción porque según Ngoy es más lógico llamar a una persona de descendencia africana pero de tez clara o de raza mixta nacido en diáspora afrodescendiente, que llamarle negro.
Él, me justificaba esta circunstancia asociándola a que el término afrodescendiente hace referencia a las experiencias de racismo sufridas por los afrodescendientes (valga la redundancia) y la lucha por que no continúen. Por lo cual aúna a todos los afrodescendientes en diáspora). No así el término negro, que según él, no nos "hermana" debido a que es el término con el que nos denominan los blancos.
Ngoy, también hacía referencia al hecho de que el término afrodescendiente, no es condebido de la misma manera en la comunidad negra de los EEUU. Ellos utilizan el término "afro-descendant", pero su significado no tiene nada que ver con la lucha por la supervivencia (como para los Palenques o la conferencia de Durban de 2001). Significa: persona de ascendencia africana. Lo cual en mi opinión es más razonable. ¿Por qué?
Una persona de ascendencia africana que ha nacido en España, encontrará muchas dificultades a la hora de integrarse en la sociedad en según qué circunstancias. Unas personas le aceptarán y otras no. Habrá una parte de la sociedad política que luchará por sus derechos y habrá otra que luchará por acabar con ellos (gracias a Dios, a medida que evoluciona la sociedad, estos cada vez son menos).
¿Qué ocurre entonces?
¿Porqué para mi el significado "afrodescendiente" no engloba la realidad de muchos de los negros de diáspora?
Es cierto, si buscamos, todas las comunidades de "paisanos" tenemos algo en común. Pero asociar a todos los negros de diáspora (o bueno, a los que así lo consideren) en una misma agrupación llamada "afrodescendientes" para mi, tampoco nos engloba y os diré porqué.
"Afrodescendientes" como término reciente, hace referencia a un grupo de habitantes negros que comparten una lucha por una causa en la que se perdió. O que intenta superarse. Con lo que, hace referencia a la parte más negativa de la historia de África. Una lástima.
Si, entiendo que en los palenques colombianos, era un motivo de reivindicación. En la conferencia de Durban, un método para garantizar derechos, pero, en el calado de la sociedad negra en diáspora, ¿qué quiere decir?
Muchas personas de ascendendcia africana, sean de América Latina, o Cuba, prefieren hoy en día considerarse "afrodescendientes" antes que negros de sus propios países, con una ascendencia africana. ¿Porqué? Ya os he explicado antes que dicen, que con el término negro no se identifican porque lo consideran despectivo en el mundo de los blancos.
Entendido, para ellos. Para mi no.
Según tengo entendido (y aunque el término negro haya evolucionado hasta que algunas personas consigan verlo como insulto o algo despectivo (incluso algunos negros), antes del imperialismo de los antiguos países de Europa y cuando en África también regían imperios gobernados por personas de piel clara y piel oscura, los negros más oscuros, hacían llamarse a si mismos para diferenciarse de los blancos "personas de piel oscura". Por supuesto utilizaban palabras concretas, pero referían a aquello.
¿Cuál es el problema entonces?
¿En qué ha denigrado tanto la palabra negro?
Al menos, en el paso de España (o Península Ibérica) como lo entiendo yo, si echamos la vista atrás y entendemos la época de la reconquista como una manera de conquista de la tierra Hispánica de origen racista (porque creo que entendía que lo que era la Península Ibérica tenía que estar dominada por personas de "raza blanca" o al menos, por todos los que eran cristianos), entenderemos el blanqueamiento que se hizo de la sociedad entonces con la creación de razas y castas diferenciados por sus religiones, su linaje y el origen de su sangre.
Entonces, es así donde encontramos el lugar al que quedaron relevados los negros. Pero lo peor de todo, es que con actos así y con otros peores, se fué robando la historia de conquista y grandeza de los negros y cómo lo hicieron a lo largo de la historia para llegar a tantos países sin que haya información cercana al respecto (incluso hoy con internet).
¿Cómo vamos a entender la dignidad del pueblo negro africano si no entendemos o sabemos qué o cómo lo hicieron para ser tan grandes?
La conferencia de Durban de 2001, donde recordamos se declaró la creación del Decenio Afrodescendiente para entre otras cosas, crear leyes y además cultura y conocimiento sobre el continente africano en todas sus etapas y en diáspora, intentó que se recalcara esta situación. Sin embargo, parece que esa información solo ha llegado a unos pocos estudiosos e intelectuales. No ha llegado a los colegios, no ha llegado a los institutos, no ha llegado a las actividades sociales ni ha llegado al arte o la cultura apenas cuanto menos la ciencia o la espiritualidad o religión. Son muchas las cosas que no sabemos de África y los africanos antes de la trata intercontinental de esclavos.
¿Y qué ocurre? ¿Dónde veo yo el problema?
Pues bién, hasta que esta situación no se normalice (como pretendía la conferencia de Durban de 2001), ?cómo entender desde diáspora la circunstancia de la importancia negra en el mundo?
Si los negros de diáspora no se reconocen como negros o con sangre negra (por motivos de complejo o porque consideran que nos segrega o porque algunos son mas claros) ¿en qué punto hemos dado ese salto en la historia? ¿cuando hemos desconectado de nuestras raíces?
Entiendo entonces, que con del término "afrodescendiente" (que no, persona de descendencia africana como entienden los negros americanos) nos estamos adaptando a la sociedad blanca (puesto que estamos en diáspora), mediante la aceptación y posterior rechazo de ese otro concepto de "negro" que tiene el "blanco" racista. Y rechazamos lo negro que hay en nosotros, cuando antes los propios negros de los imperios, no lo hacían, incluso cuando estaban asentados en otras tierras.
¿Y ahora qué?
¿Somos "afrodescendientes" antes que negros?
¿Somos de "diáspora" antes que de nuestros propios países de nacimiento, aunque seamos negros?
No.
En la manipulación constante que se hace de la trayectoria del negro y la constante reconducción de su teoría, tras el periodo de trata de esclavos, colonización y posterior independencia, se obvió la historia de África de la que muchos se sentirían muy orgullosos antes que "afrodescendientes". Pero peor aún, se obvió la historia de los negros que habían salido de África y ya se habían asentado y creado comunidades en otras tierras fuera de África (que no países).
¿Cómo se consideraban esos Áfricanos?
Entiendo que sabían de dónde venían o lo recordaban, y así lo transmitían pero, lamentablemente, esa información no es fácil de encontrar si no es con una tarea ardua de investigación.
El problema de todo esto, según lo entiendo yo, es que los propios negros de diáspora, junto a los diligentes del 2001 que eran muchos (negros y blancos y mestizos y etc) en Durban y con la ONU, decidieron que todos los negros de diáspora merecíamos ser englobados en un único concepto porque en nuestros países de diáspora no se nos reconocía. ¿Pero dónde están las soluciones? Entonces, ¿este concepto no se ha quedado solo en algo ideológico?
Siendo así, me parece muy contraproducente agrupar a todos los negros de diáspora en ese concepto porque aunque tengamos el mismo origen, no tenemos la misma ideosincrasia y englobarnos a todos en un concepto que además de no reconocer nuestros lugares de origen, nos segrega digamos "positivamente".
Insisto que todo esto no lo sentiría así ,si no fuera por el hecho de que no veo resultados prácticos para con los ciudadanos, en referencia a la proyección de esa otra realidad africana que han borrado y que pensaban implantar mediante leyes que reconocieran dignidad y programas formativos que expandieran la cultura africana. Para mi se ha quedado solo en ideología. Y eso es lo que me da miedo.
Muchos negros de otros países de diáspora (pongamos el caso, por ejemplo de un negro o negra de Perú, joven y sin cargas o con ellas) se asocian a este concepto para aunarse a otros "negros" mediante la ideología de la superación de la peor época africana. Entonces, veo que se están adaptando a un periodo de la historia que fué denigrante si, pero no reconocen en ellos mismos el otro muchas veces porque ni lo conocen.
Entonces, ¿cómo se van a asociar a un sentimiento de lucha referente a la dignidad de sus orígenes si esta no se conoce o asume?
Pues bien, directamente hasta se disocian de él porque ni le hacen referencia y yo, como negra española (que es lo que siempre me he considerado) y con ascendencia africana, no me siento representada con ese término ideológico que solo ha servido efectivamente para crear una conciencia abstracta que nos segrega de nuestros países de nacimiento y sigue sin hablarnos de la grandeza de nuestros países de origen.
Muy peligroso esto.
I. Morgades.
Buenas y memorables tardes!
Vamos por el quinto o sexto día de cuarentena en casa, por el Estado de Emergencia en el que vive actualmente el estado español (y casi la mayor parte del mundo) por la pandemia ocurrida tras la propagación de un virus mortal desde Wuhan (China), que se contagia a través de la mucosa o el contacto con otras personas y que ataca de manera directa a las vías respiratorias y a la garganta. No hay cura por el momento.
Para no volvernos locos (por no salir ha la calle), nos han dejado salir a la compra, al médico o la farmacia o a sacar al perro. No se puede ir a trabajar, a quedar con alguien, a pasear... No pueden ir dos personas juntas por la calle o en el coche y hay que tener justificación para salir a la calle.
Mientras, en mi mundo... Intento tranquilizarme charlando con conocidos y amigos de otros temas trascendentales.
En esta ocasión, me he encontrado con mi amigo Ngoy, que me ha pasado una información sobre "afrodescendencia y afrodescendientes" de cuyas conclusiones tras nuestra conversación, considero relevante hablar. ¿Porqué no?
***
¿Qué es "Afrodescendencia"?
El término es bastante reciente y su primera concepción y por lo tanto significado estricto, proviene de los palenques colombianos.
Más tarde, en 2001, muchos pensadores, diligentes y políticos, en una reunión de la ONU que tuvo lugar en Sudáfrica, decidieron declarar el "decenio afrodescendiente" que entre otras cosas, hacía referencia a la necesidad de que los países extranjeros a África en cuyos dominios se entiende que hay "afrodescendientes", de hacer proliferar leyes que garantizaran el derecho a sus ciudadanos afrodescendientes (o como entiendo yo "diferentes" y negros por algo que explicaré más tarde) de tener una vida digna con su condición de africanos o descendientes de africanos.
Hasta ahí todo bien. ¿Porqué no?
Todos sabemos que desde el final de la trata de esclavos africanos allá por el año 1900, (con el caos de sus consecuencias tanto en África como en los países de diáspora) hasta la posterior colonización e independencia, muchos hemos aprendido un concepto aberrante de la circunstancia africana que se tiene que solucionar de alguna manera. Tanto es así que, es difícil encontrar información previa referente a los imperios africanos en el mundo, previos a la trata de esclavos con las consecuencias que esto conlleva. Entonces, como no intentar solucionarlo.
La discusión que hemos tenido Ngoy y yo, hacía referencia al significado de la palabra "afrodescendiente" y porqué no usar esta palabra y no "negros" para determinar como agrupación a unos individuos cuyo factor común es la lucha por la supervivencia en diáspora de los afrodescendientes.
Claro, el término negro, en principo no podría acuñar esa concepción porque según Ngoy es más lógico llamar a una persona de descendencia africana pero de tez clara o de raza mixta nacido en diáspora afrodescendiente, que llamarle negro.
Él, me justificaba esta circunstancia asociándola a que el término afrodescendiente hace referencia a las experiencias de racismo sufridas por los afrodescendientes (valga la redundancia) y la lucha por que no continúen. Por lo cual aúna a todos los afrodescendientes en diáspora). No así el término negro, que según él, no nos "hermana" debido a que es el término con el que nos denominan los blancos.
Ngoy, también hacía referencia al hecho de que el término afrodescendiente, no es condebido de la misma manera en la comunidad negra de los EEUU. Ellos utilizan el término "afro-descendant", pero su significado no tiene nada que ver con la lucha por la supervivencia (como para los Palenques o la conferencia de Durban de 2001). Significa: persona de ascendencia africana. Lo cual en mi opinión es más razonable. ¿Por qué?
***
Una persona de ascendencia africana que ha nacido en España, encontrará muchas dificultades a la hora de integrarse en la sociedad en según qué circunstancias. Unas personas le aceptarán y otras no. Habrá una parte de la sociedad política que luchará por sus derechos y habrá otra que luchará por acabar con ellos (gracias a Dios, a medida que evoluciona la sociedad, estos cada vez son menos).
¿Qué ocurre entonces?
¿Porqué para mi el significado "afrodescendiente" no engloba la realidad de muchos de los negros de diáspora?
Es cierto, si buscamos, todas las comunidades de "paisanos" tenemos algo en común. Pero asociar a todos los negros de diáspora (o bueno, a los que así lo consideren) en una misma agrupación llamada "afrodescendientes" para mi, tampoco nos engloba y os diré porqué.
"Afrodescendientes" como término reciente, hace referencia a un grupo de habitantes negros que comparten una lucha por una causa en la que se perdió. O que intenta superarse. Con lo que, hace referencia a la parte más negativa de la historia de África. Una lástima.
Si, entiendo que en los palenques colombianos, era un motivo de reivindicación. En la conferencia de Durban, un método para garantizar derechos, pero, en el calado de la sociedad negra en diáspora, ¿qué quiere decir?
Muchas personas de ascendendcia africana, sean de América Latina, o Cuba, prefieren hoy en día considerarse "afrodescendientes" antes que negros de sus propios países, con una ascendencia africana. ¿Porqué? Ya os he explicado antes que dicen, que con el término negro no se identifican porque lo consideran despectivo en el mundo de los blancos.
Entendido, para ellos. Para mi no.
Según tengo entendido (y aunque el término negro haya evolucionado hasta que algunas personas consigan verlo como insulto o algo despectivo (incluso algunos negros), antes del imperialismo de los antiguos países de Europa y cuando en África también regían imperios gobernados por personas de piel clara y piel oscura, los negros más oscuros, hacían llamarse a si mismos para diferenciarse de los blancos "personas de piel oscura". Por supuesto utilizaban palabras concretas, pero referían a aquello.
¿Cuál es el problema entonces?
¿En qué ha denigrado tanto la palabra negro?
Al menos, en el paso de España (o Península Ibérica) como lo entiendo yo, si echamos la vista atrás y entendemos la época de la reconquista como una manera de conquista de la tierra Hispánica de origen racista (porque creo que entendía que lo que era la Península Ibérica tenía que estar dominada por personas de "raza blanca" o al menos, por todos los que eran cristianos), entenderemos el blanqueamiento que se hizo de la sociedad entonces con la creación de razas y castas diferenciados por sus religiones, su linaje y el origen de su sangre.
Entonces, es así donde encontramos el lugar al que quedaron relevados los negros. Pero lo peor de todo, es que con actos así y con otros peores, se fué robando la historia de conquista y grandeza de los negros y cómo lo hicieron a lo largo de la historia para llegar a tantos países sin que haya información cercana al respecto (incluso hoy con internet).
¿Cómo vamos a entender la dignidad del pueblo negro africano si no entendemos o sabemos qué o cómo lo hicieron para ser tan grandes?
La conferencia de Durban de 2001, donde recordamos se declaró la creación del Decenio Afrodescendiente para entre otras cosas, crear leyes y además cultura y conocimiento sobre el continente africano en todas sus etapas y en diáspora, intentó que se recalcara esta situación. Sin embargo, parece que esa información solo ha llegado a unos pocos estudiosos e intelectuales. No ha llegado a los colegios, no ha llegado a los institutos, no ha llegado a las actividades sociales ni ha llegado al arte o la cultura apenas cuanto menos la ciencia o la espiritualidad o religión. Son muchas las cosas que no sabemos de África y los africanos antes de la trata intercontinental de esclavos.
¿Y qué ocurre? ¿Dónde veo yo el problema?
Pues bién, hasta que esta situación no se normalice (como pretendía la conferencia de Durban de 2001), ?cómo entender desde diáspora la circunstancia de la importancia negra en el mundo?
Si los negros de diáspora no se reconocen como negros o con sangre negra (por motivos de complejo o porque consideran que nos segrega o porque algunos son mas claros) ¿en qué punto hemos dado ese salto en la historia? ¿cuando hemos desconectado de nuestras raíces?
Entiendo entonces, que con del término "afrodescendiente" (que no, persona de descendencia africana como entienden los negros americanos) nos estamos adaptando a la sociedad blanca (puesto que estamos en diáspora), mediante la aceptación y posterior rechazo de ese otro concepto de "negro" que tiene el "blanco" racista. Y rechazamos lo negro que hay en nosotros, cuando antes los propios negros de los imperios, no lo hacían, incluso cuando estaban asentados en otras tierras.
¿Y ahora qué?
¿Somos "afrodescendientes" antes que negros?
¿Somos de "diáspora" antes que de nuestros propios países de nacimiento, aunque seamos negros?
No.
En la manipulación constante que se hace de la trayectoria del negro y la constante reconducción de su teoría, tras el periodo de trata de esclavos, colonización y posterior independencia, se obvió la historia de África de la que muchos se sentirían muy orgullosos antes que "afrodescendientes". Pero peor aún, se obvió la historia de los negros que habían salido de África y ya se habían asentado y creado comunidades en otras tierras fuera de África (que no países).
¿Cómo se consideraban esos Áfricanos?
Entiendo que sabían de dónde venían o lo recordaban, y así lo transmitían pero, lamentablemente, esa información no es fácil de encontrar si no es con una tarea ardua de investigación.
El problema de todo esto, según lo entiendo yo, es que los propios negros de diáspora, junto a los diligentes del 2001 que eran muchos (negros y blancos y mestizos y etc) en Durban y con la ONU, decidieron que todos los negros de diáspora merecíamos ser englobados en un único concepto porque en nuestros países de diáspora no se nos reconocía. ¿Pero dónde están las soluciones? Entonces, ¿este concepto no se ha quedado solo en algo ideológico?
Siendo así, me parece muy contraproducente agrupar a todos los negros de diáspora en ese concepto porque aunque tengamos el mismo origen, no tenemos la misma ideosincrasia y englobarnos a todos en un concepto que además de no reconocer nuestros lugares de origen, nos segrega digamos "positivamente".
Insisto que todo esto no lo sentiría así ,si no fuera por el hecho de que no veo resultados prácticos para con los ciudadanos, en referencia a la proyección de esa otra realidad africana que han borrado y que pensaban implantar mediante leyes que reconocieran dignidad y programas formativos que expandieran la cultura africana. Para mi se ha quedado solo en ideología. Y eso es lo que me da miedo.
Muchos negros de otros países de diáspora (pongamos el caso, por ejemplo de un negro o negra de Perú, joven y sin cargas o con ellas) se asocian a este concepto para aunarse a otros "negros" mediante la ideología de la superación de la peor época africana. Entonces, veo que se están adaptando a un periodo de la historia que fué denigrante si, pero no reconocen en ellos mismos el otro muchas veces porque ni lo conocen.
Entonces, ¿cómo se van a asociar a un sentimiento de lucha referente a la dignidad de sus orígenes si esta no se conoce o asume?
Pues bien, directamente hasta se disocian de él porque ni le hacen referencia y yo, como negra española (que es lo que siempre me he considerado) y con ascendencia africana, no me siento representada con ese término ideológico que solo ha servido efectivamente para crear una conciencia abstracta que nos segrega de nuestros países de nacimiento y sigue sin hablarnos de la grandeza de nuestros países de origen.
Muy peligroso esto.
I. Morgades.
jueves, 20 de febrero de 2020
De la esencia al espíritu
En Madrid, a 20 de febrero de 2020.
Supongamos que el espíritu, es aquello que denota la presencia del ser humano.
Entonces sin espíritu, no habría presencia.
¿Podríamos ser así conscientes de nosotros mismos?
Si es que si, ¿la consciencia del espíritu dentro del cuerpo, se constataría a través de los sentidos?
¿El sentido además, y consciencia de nosotros mismos?
¿Cómo es eso posible si no se es consciente de los latidos del corazón por lo que hemos vivido a lo largo de nuestra vida y la memoria que esto ha producido en nuestro ser?
La mayor parte de nuestro crecimiento, la pasamos indagando en lo que vemos, pensamos mientras oímos, sentimos, aprendemos mientras hablamos y las explosiones de sabores de las cosas que comemos. Reflexionamos, y creamos nuestra propia memoria o consciencia de nosotros mismos.
De todo esto somos conscientes gracias al mecanismo de reacción que nuestro aprendizaje y posteriormente la memoria produce en nuestro cuerpo. Siendo el riego sanguíneo, los latidos del corazón, los impulsos cerebrales reacciones directas de las experiencias de nuestra vida. Incluso me atrevo a decir que a través de esto somos conscientes de nuestra ideosincrasia.
Pero más allá de todo eso, podría ir creando una esencia o "algo" en nosotros, conformado a través de lo que vamos aprendiendo y lo que sentimos.
El problema del crecimiento de un espíritu, interrumpe cuando, algo o incluso alguien, provoca en nosotros consternación tal, qué nos impida restaurar el camino ya trazado.
Si es así, el control de nuestras emociones y nuestra trayectoria, no vendría legitimado únicamente por las experiencias que vivimos, si no por las experiencias que nos hagan vivir, consciente o inconscientemente.
Entonces, vivir en una realidad alterada al margen de nuestra propia realidad ya constituida, no solo puede provocar irrealidad si no, alejarnos de los latidos de nuestro espíritu.
¿Acaso este proceso no produce dolor?
I. Morgades
Supongamos que el espíritu, es aquello que denota la presencia del ser humano.
Entonces sin espíritu, no habría presencia.
¿Podríamos ser así conscientes de nosotros mismos?
Si es que si, ¿la consciencia del espíritu dentro del cuerpo, se constataría a través de los sentidos?
¿El sentido además, y consciencia de nosotros mismos?
¿Cómo es eso posible si no se es consciente de los latidos del corazón por lo que hemos vivido a lo largo de nuestra vida y la memoria que esto ha producido en nuestro ser?
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La mayor parte de nuestro crecimiento, la pasamos indagando en lo que vemos, pensamos mientras oímos, sentimos, aprendemos mientras hablamos y las explosiones de sabores de las cosas que comemos. Reflexionamos, y creamos nuestra propia memoria o consciencia de nosotros mismos.
De todo esto somos conscientes gracias al mecanismo de reacción que nuestro aprendizaje y posteriormente la memoria produce en nuestro cuerpo. Siendo el riego sanguíneo, los latidos del corazón, los impulsos cerebrales reacciones directas de las experiencias de nuestra vida. Incluso me atrevo a decir que a través de esto somos conscientes de nuestra ideosincrasia.
Pero más allá de todo eso, podría ir creando una esencia o "algo" en nosotros, conformado a través de lo que vamos aprendiendo y lo que sentimos.
El problema del crecimiento de un espíritu, interrumpe cuando, algo o incluso alguien, provoca en nosotros consternación tal, qué nos impida restaurar el camino ya trazado.
Si es así, el control de nuestras emociones y nuestra trayectoria, no vendría legitimado únicamente por las experiencias que vivimos, si no por las experiencias que nos hagan vivir, consciente o inconscientemente.
Entonces, vivir en una realidad alterada al margen de nuestra propia realidad ya constituida, no solo puede provocar irrealidad si no, alejarnos de los latidos de nuestro espíritu.
¿Acaso este proceso no produce dolor?
I. Morgades
jueves, 9 de abril de 2015
La lluvia...
Madrid, 09 de Abril de 2015
Llueve.
Y cuando llueve, los sentimientos románticos florecen.
Principalmente los sentimientos de nostalgia, añoranza y sobretodo los recuerdos, ya sean buenos o malos y, las ganas de estar rodeados de alguien que con su calidez nos abrace y nos haga sentir su buena compañía.
Y es en esos momentos de frío y nostalgia que resulta más gratificante esa compañía.
A mi personalmente me encantan los días de lluvia por eso. Porque puedo disfrutar de una forma más intensa de las personas que me acompañan y me rodean. Es muy gratificante...
Con la lluvia, nuestra nostalgia se siente acompañada. La lluvia llora con nosotros, nos aconseja, nos resguarda. Su sonido rebota en las cavidades más solitarias de nuestra mente. Nos evoca emociones complejas pero que a su vez se resuelven por si mismas de la forma más sencilla, a medida que van cayendo las gotas y su sonido golpea el suelo o las ventanas...
¡Qué bonito sentimiento!
Pero, ¿por qué se despierta en nosotros ese sentimiento? Ese sentimiento que es más que especial, sobretodo porque, viene de lo ajeno. No lo provocamos nosotros, sino que lo provoca la lluvia. El día nublado. Y además es particular porque no es comparable a otros momentos en los que sentimos nostalgia. La nostalgia al margen de la lluvia se lleva peor. Por ejemplo, en un día soleado...
Cuando llueve, entendemos mejor nuestra conexión con la naturaleza más virgen. Nos sentimos más humanos, que al fin y al cabo, es lo que somos. Seres humanos en conexión con otros seres y con la naturaleza.
El retiro, la meditación, la oración o los intentos de relax son fundamentales para entendernos mejor a nosotros mismos. Para encontrar cierto equilibrio, y la lluvia juega un papel fundamental en todo eso...
No sé si somos conscientes, de hasta qué punto necesitamos, de vez en cuando, encontrar esa conexión emocional, cósmica o personal con lo que nos rodea; olvidándonos de los aspectos más mecánicos de nuestra existencia y de los valores que nos alejan de este menester.
La lluvia por lo tanto, nos recuerda quienes somos. Lo que sentimos. Nos recuerda lo que anhelamos y nos pone en contacto con un aspecto más intimo con nosotros mismos que nos hace crecer.
No se si existe una relación de causalidad entre el hecho de que llueva y los sentimientos que genera esto en el ser humano. Quiero creer que sí. Por aquello de la conexión con la naturaleza y de encontrar un sentido a nuestra existencia en conjunto con ella... Por aquello de no ser solo agentes externos e independientes de nuestra auténtica naturaleza. Esa naturaleza que nos provee de valores humanos y que nos pone en mayor contacto a los unos con los otros. Por tanto, quiero creer que la lluvia, también es un mecanismo que la naturaleza pone a nuestro servicio para que logremos un punto de contacto con nuestro lado más íntimo y que a su vez nos relaciona con lo que nos rodea...
I.
domingo, 1 de marzo de 2015
Nuevos horizontes
1 de Marzo de 2015
Hace días, en un enlace a una página web que hablaba del tema, la bloguera se planteaba la realidad de considerarse abierta y absolutamente negra o, sin embargo, por otro lado de manera independiente, afro-descendiente. Aunque ella lo tenía muy claro y se consideraba ante todo negra.
Pues bien, ante esto me surge el planteamiento -tras ver en ocasiones como el adjetivo 'afro' se utiliza en determinadas descripciones-, de si esos prefijos son necesarios.
Se está hablando últimamente del tema, y cuando preguntas a otras personas relacionadas con el tema sobre el término 'afro'-lo que sea, lo entienden como algo que hay que desgranar.
Yo particularmente lo encuentro un adjetivo más. No solo más si no que positivo y necesario. Un adjetivo que sirve de contrapunto a los significados negativos que a la palabra 'negro' se le atribuyen y que enmarca a un grupo de agentes activos en una sociedad que se reconocen representantes del género (africano en este caso). Y esto es necesario.
Se necesita una imagen unificada de la comunidad negra, particularmente en España. Una imagen representativa en el entorno, en el sentido de que reconozca en este parte de su historia y viceversa.
Reconociéndonos primero como negros y luego como parte de una cultura con, entre otras cosas, numerosas corrientes políticas y filosóficas demostramos tener los mecanismos necesarios para ser tenidos en mayor consideración como instrumento de análisis social. Y con esto me refiero a ser más respetados. Tanto institucionalmente como a otros niveles.
Si tenemos en cuenta lo que la integración de estos mecanismos de endoculturación supondría en el desarrollo de los miembros de una sociedad o tipo de cultura, la integración de los derechos sociales más basicos se vería reflejada en una sociedad más limpia y abierta, posiblemente libre de conflictos raciales y complejos de inferioridad.
La pregunta es si estamos preparados para ello.
Debemos plantearnos una estrategia de acción que genere una nueva corriente de pensamiento que englobe a un mayor número de personas que cada vez se sientan más identificadas con el tema, desde la base. Y a pesar de eso, una imagen nueva del negro que no obvie ni olvide su presente y su historia y a muchos de los pilares fundamentales que ayudaron y ayudan a la visibilización de las personas negras como comunidad a tener en cuenta.
Para ello, un sistema de 'networking' a nivel nacional entre las diferentes organizaciones y sociedades que componen el entramado empresarial 'afro' soportado por una especie de plataforma o idea política o corriente filosófica que sirva de referente sería fundamental. Y sin embargo, todo eso ya existe y no se conoce o lo que es peor, su organización no es lo suficientemente contundente como para llegar a todos. Los hay a los que simplemente no les llega la información, pero los hay que, sabiéndola, no están de acuerdo con el tipo de política que proclaman esas sociedades, por curioso que parezca. Los hay que prefieren mantenerse al margen aferrándose a la condición o estatus que le ha otorgado hasta el momento el no involucrarse y así vivir en paz.
No nos sentimos representados en los puestos de trabajo, en el parlamento, en los medios de comunicación (¡tan importantes!) ni en los libros de texto. Pero muchos de nosotros sin embargo no actuamos para conseguir esos derechos. Para ser miembros activos de nuestra sociedad.
Tal vez el problema sea que el método tiene que evolucionar. La técnica se ha quedado obsoleta y es necesario que avance hacia una nueva forma de hacerse llegar a sus seguidores. Para ello los medios de comunicación son de gran ayuda, pero también un centro de estudios africanos impulsado y dirigido por africanos, un partido político consolidado y representativo y mayores cargos directivos en los puestos de trabajo. Y por supuesto divulgarlo.
miércoles, 4 de febrero de 2015
África y la intolerancia
4 de Febrero de 2015
Hola a tod@s!
Me complace saludaros nuevamente...
Me complace saludaros nuevamente...
Muchas son las cosas que han pasado en mi vida desde la última vez que escribí.
En el último post, de diciembre de 2012, recuerdo estar en Guinea, Malabo, Isla de Bioko. Después por motivos de la suerte, o el destino o lo que quiera que sea, volví a España. Y muchas cosas de mi (y de España) he aprendido, y han cambiado...
Me fuí dejando una filosofía de vida inculcada. Pero me fuí sin saber lo que era. Un modelo de convivencia con mi entorno. Una sociedad ajena, casi imaginada (pues no estaba absolutamente involucrada en ella o, en ocasiones, no era bien recibida), pero con su propio significado, un significado del que yo no formaba parte, que no estaba hecho para mi pero que a veces se imponía a mi criterio y me recordaba que yo también era aquello. Llevaba en la mochila intolerancia, recelo, envidia. Llevaba orgullo pero, tambien llevaba dignidad. Cargaba con ese algo contra lo que luchaba y que me hacía a mi misma. Que me había construido como persona por mi valentía en los momentos clave para derrotarlo, mi resistencia frente a su adversidad y mi perseverancia, que me hacían cada vez más fuerte.
Me fuí con la ambivalencia de sentirme querida y sentirme rechazada. Me fuí siendo 'la acogida', pero también me fuí sin patria. O al menos, sin un concepto claro de ello.
Luego llegué allí, y tuve que poner todo aquello, y mi autoridad, en práctica. Y me sentí extraña, ajena, desorientada. No conocía a la gente, no conocía el estilo de vida, las calles el día a día... Y tenía que decir quien era. Y ahí fue cuando me di cuenta de que en el fondo sabía que no era nadie. Nadie como cuando me fuí, y eso a pesar de ser fuerte. Jugando en la ambigüedad de saberlo y no saberlo, una parte de mi se reconocía en el espejo de ese algo inculcado, violento, desagradable y ajeno, y otra parte de mi respondía con inteligencia, y con sensibilidad, racionalizaba la situación. Y aquello era lo que quería llevarme conmigo pero, sin embargo, aquella era una ciudad que tampoco era mía.
Una ciudad extraña, ajena... Que se me escondía. Pero que tenía una gran ventaja que iría descubriendo día tras día. Un tesoro que no conocía y que por eso era un tesoro. El valor incalculable de la familia. La grande, la que te relaciona con desconocidos. Esa familia casi incontable que te regala su cercania, su compromiso, su tierra. Que te dice, que es tuya, que te pertenece y que tú le perteneces. Sus chistes, sus risas, sus llantos, sus bromas. Su amor... La felicidad de lo cotidiano. Cosas que me hacían olvidarme de mi antiguo entorno. El entorno que me echaba a patadas. En cada calle, en cada esquina... Que intentando alejarme de su círculo jugaba su papel. Un papel que Dios sabe qué fuerza le habría enseñado. La religión, la educación, la irresponsabilidad, la cultura... A todos los niveles y en todas las esferas. El papel de la intolerancia, la superioridad, el etnocentrismo...
¿Porqué se mantiene?
Y entonces, cuando más agusto me sentía, cuando más sentía que había encontrado mi sitio, volví. Yo soy así. Tenía que encontrarme a mi misma.
Y una vez aquí, encontré otra yo... que se había convertido en una más segura, más decidida. Más cercana. Una yo que desechaba aquello que no la pertenecía. Que no se detenía en lo grosero y lo mundano. Que se sentía felizmente superior a ello. Completa. Que entendió otra forma de ser superior...
________________________________________
Nos enseñan a querer ser como los superiores para ser superiores. Con todo lo que ello implica, y ha significado a lo largo de la historia.
Mediante el secuestro de la historia más relevante, la de los comienzos de las sociedades organizadas, la de los valores humanos como el respeto, la convivencia en armonía, la atención al escuchar..., la historia de África, se ha privado a la gran mayoría de una parte de su memoria, de su inteligencia emocional. Y eso ha tenido nefastos resultados...
Pensarlo. El estilo de la sociedad en la que vivimos, la occidental, tiene cosas positivas, si (para el que sabe verlas y aprovecharlas ya que esa oportunidad se puede dar, o no, prácticamente en cualquier parte del mundo si se intenta y se busca el camino -no me quiero poner filosófica). Y sin embargo, como sociedad primer mundista, tecnificada, etc., por la forma en que cala esa, digamos, forma de control social del siglo XXI que se ejerce en la mayoría de la nosotros, por esa forma de digamos endoculturizar a la sociedad con la cultura económica más imperialista y dominante, tiene también sus cosas negativas. Lo que más cala en nosotros es esa especie de simbología etnocentrista y el estatus social que nos pone por encima de nuestros semejantes (en el mejor de los casos). Hacemos lo que vemos. Sin pararnos a pensar si estará bien o estará mal. Nos falta sensibilidad con el entorno. Estamos cojos de lo que llamamos una inteligencia emocional -y añado social-, para convivir en armonía. Que contrarreste los valores que hoy en día predominan y que nos enseñene tanto de lo que nos han dado las culturas africanas más antiguas.
Sin embargo, sabemos que la historia que se nos enseña constantemente, está plagada de sucesos cuanto menos intolerantes, opresivos. Y efectivamente, ese bombardeo de sucesos hace que el tratamiento que se hace de ello no sea el adecuado porque además no es suficiente. Se enseña desde la perspectiva y justificación del imperialismo y no se contrasta con la exhibición de la semilla cultural que acompañaba a los involucrados y del que fueron brutalmente desprendidos.
El mayor, el más reciente; el que nos enseñan ya incluso en los libros de texto en el colegio, es el de el fenómeno de la esclavitud y por ende, los sucesos contiguos, relacionados e inherentes a tal proceso como son: la degradación moral e intelectual del esclavo - si es que la superioridad se imponia de la mano de algún tipo de institución asentada que hiciera respetar sus normas y prohibiera cualquier tipo de rebelión-, el rechazo a mantener un estatus social igualitario, la violencia verbal y física y, otros muchos. Y hablaré más concretamente de la esclavitud de tantos millones de africanos negros e inocentes, cuyos paisanos, incluso hoy en día, aún, siguen atrapados en las sombras de las grandes corporaciones y multinaciones que miran a otro lado mientras se benefician de los intereses que generan las intervenciones en sus países.
Juegan a legislar los derechos sociales como si sobre ellos tuvieran derecho. Y lo hacen mediante la burocracia más estructurada, jugando un papel de abanderados de la salvación y patrios con la ayuda de los gobiernos que trabajan también para los intereses de sus allegados y viceversa.
¿Es que es acaso esto todo lo que hemos aprendido en todos estos años sobre África? ¿sobre Occidente? ¿La imposición del más rico sobre el mas pobre?
A estas alturas, deberíamos estar planteadonos, incluso de la mano de las instituciones, qué ha significado en sentido conductual en la sociedad, el tratamiento que se ha hecho del sistema de desarrollo de las sociedades occidentales (y hablo como occidental) en comparación con otras más antiguas, emergentes o diferentes.
Pero cómo hacer llegar este mensaje si este es un mensaje que no interesa. No interesa a los gobiernos más corporativistas, no interesa a los legisladores, no interesa que la sociedad conozca y sepa. Que se construya, que se reivindique por lo que es justo.
Es evidente que el sistema ha fallado. Y digo que ha fallado para las personas de a pie, los trabajadores, los pequeños comerciantes de las pequeñas empresas. Aquellos que por sus circunstancias no han podido llegar a capas más altas de la sociedad. Los más manipulados. E incluso a los otros. Los adinerados, intelectuales, y gentes de bien que, como los otros, han terminado por asimilar la teoría del ser superior y organizador que les ordene y dirija. Ese organigrama de clases que les invita a infligir autoridad frente a aquellos que no pertenecen al círculo, para así sentirse vinculados a sus supeiores haciendo lo que estos hacen contra ellos en segundo plano.
Pero cómo hacer llegar este mensaje si este es un mensaje que no interesa. No interesa a los gobiernos más corporativistas, no interesa a los legisladores, no interesa que la sociedad conozca y sepa.
_____________________________
Cuando me fuí comprendía las cosas de otra manera. De una forma digamos más empática, y dejé atrás otra especie de lado humano. Dejé un lado humano servil, fagocitado. El de poner la otra mejilla, pero sin comprender porqué lo estás haciendo.
Ahora comprendo que hay algo más. No somos solo nosotros porque Dios nos ha hecho así. Somos lo que conocemos, lo que vivimos y experimentamos. Y la sociedad hoy en día nos priva de muchas de esas necesidades. Le da más importancia a cosas banales o se dedica a agitar nuestros sentimientos. Y también somos sentimientos. Y debemos luchar por que se respeten.
Ahora siento ánimos de lucha pero, es difícil. Al menos, esos son los sentimientos que me abordan ahora, pero un poco más madura, son los que se acomodan y me dicen que espere...
Un saludo,
I Morgades.
Me fuí dejando una filosofía de vida inculcada. Pero me fuí sin saber lo que era. Un modelo de convivencia con mi entorno. Una sociedad ajena, casi imaginada (pues no estaba absolutamente involucrada en ella o, en ocasiones, no era bien recibida), pero con su propio significado, un significado del que yo no formaba parte, que no estaba hecho para mi pero que a veces se imponía a mi criterio y me recordaba que yo también era aquello. Llevaba en la mochila intolerancia, recelo, envidia. Llevaba orgullo pero, tambien llevaba dignidad. Cargaba con ese algo contra lo que luchaba y que me hacía a mi misma. Que me había construido como persona por mi valentía en los momentos clave para derrotarlo, mi resistencia frente a su adversidad y mi perseverancia, que me hacían cada vez más fuerte.
Me fuí con la ambivalencia de sentirme querida y sentirme rechazada. Me fuí siendo 'la acogida', pero también me fuí sin patria. O al menos, sin un concepto claro de ello.
Luego llegué allí, y tuve que poner todo aquello, y mi autoridad, en práctica. Y me sentí extraña, ajena, desorientada. No conocía a la gente, no conocía el estilo de vida, las calles el día a día... Y tenía que decir quien era. Y ahí fue cuando me di cuenta de que en el fondo sabía que no era nadie. Nadie como cuando me fuí, y eso a pesar de ser fuerte. Jugando en la ambigüedad de saberlo y no saberlo, una parte de mi se reconocía en el espejo de ese algo inculcado, violento, desagradable y ajeno, y otra parte de mi respondía con inteligencia, y con sensibilidad, racionalizaba la situación. Y aquello era lo que quería llevarme conmigo pero, sin embargo, aquella era una ciudad que tampoco era mía.
Una ciudad extraña, ajena... Que se me escondía. Pero que tenía una gran ventaja que iría descubriendo día tras día. Un tesoro que no conocía y que por eso era un tesoro. El valor incalculable de la familia. La grande, la que te relaciona con desconocidos. Esa familia casi incontable que te regala su cercania, su compromiso, su tierra. Que te dice, que es tuya, que te pertenece y que tú le perteneces. Sus chistes, sus risas, sus llantos, sus bromas. Su amor... La felicidad de lo cotidiano. Cosas que me hacían olvidarme de mi antiguo entorno. El entorno que me echaba a patadas. En cada calle, en cada esquina... Que intentando alejarme de su círculo jugaba su papel. Un papel que Dios sabe qué fuerza le habría enseñado. La religión, la educación, la irresponsabilidad, la cultura... A todos los niveles y en todas las esferas. El papel de la intolerancia, la superioridad, el etnocentrismo...
¿Porqué se mantiene?
Y entonces, cuando más agusto me sentía, cuando más sentía que había encontrado mi sitio, volví. Yo soy así. Tenía que encontrarme a mi misma.
Y una vez aquí, encontré otra yo... que se había convertido en una más segura, más decidida. Más cercana. Una yo que desechaba aquello que no la pertenecía. Que no se detenía en lo grosero y lo mundano. Que se sentía felizmente superior a ello. Completa. Que entendió otra forma de ser superior...
________________________________________
Nos enseñan a querer ser como los superiores para ser superiores. Con todo lo que ello implica, y ha significado a lo largo de la historia.
Mediante el secuestro de la historia más relevante, la de los comienzos de las sociedades organizadas, la de los valores humanos como el respeto, la convivencia en armonía, la atención al escuchar..., la historia de África, se ha privado a la gran mayoría de una parte de su memoria, de su inteligencia emocional. Y eso ha tenido nefastos resultados...
Pensarlo. El estilo de la sociedad en la que vivimos, la occidental, tiene cosas positivas, si (para el que sabe verlas y aprovecharlas ya que esa oportunidad se puede dar, o no, prácticamente en cualquier parte del mundo si se intenta y se busca el camino -no me quiero poner filosófica). Y sin embargo, como sociedad primer mundista, tecnificada, etc., por la forma en que cala esa, digamos, forma de control social del siglo XXI que se ejerce en la mayoría de la nosotros, por esa forma de digamos endoculturizar a la sociedad con la cultura económica más imperialista y dominante, tiene también sus cosas negativas. Lo que más cala en nosotros es esa especie de simbología etnocentrista y el estatus social que nos pone por encima de nuestros semejantes (en el mejor de los casos). Hacemos lo que vemos. Sin pararnos a pensar si estará bien o estará mal. Nos falta sensibilidad con el entorno. Estamos cojos de lo que llamamos una inteligencia emocional -y añado social-, para convivir en armonía. Que contrarreste los valores que hoy en día predominan y que nos enseñene tanto de lo que nos han dado las culturas africanas más antiguas.
Sin embargo, sabemos que la historia que se nos enseña constantemente, está plagada de sucesos cuanto menos intolerantes, opresivos. Y efectivamente, ese bombardeo de sucesos hace que el tratamiento que se hace de ello no sea el adecuado porque además no es suficiente. Se enseña desde la perspectiva y justificación del imperialismo y no se contrasta con la exhibición de la semilla cultural que acompañaba a los involucrados y del que fueron brutalmente desprendidos.
El mayor, el más reciente; el que nos enseñan ya incluso en los libros de texto en el colegio, es el de el fenómeno de la esclavitud y por ende, los sucesos contiguos, relacionados e inherentes a tal proceso como son: la degradación moral e intelectual del esclavo - si es que la superioridad se imponia de la mano de algún tipo de institución asentada que hiciera respetar sus normas y prohibiera cualquier tipo de rebelión-, el rechazo a mantener un estatus social igualitario, la violencia verbal y física y, otros muchos. Y hablaré más concretamente de la esclavitud de tantos millones de africanos negros e inocentes, cuyos paisanos, incluso hoy en día, aún, siguen atrapados en las sombras de las grandes corporaciones y multinaciones que miran a otro lado mientras se benefician de los intereses que generan las intervenciones en sus países.
Juegan a legislar los derechos sociales como si sobre ellos tuvieran derecho. Y lo hacen mediante la burocracia más estructurada, jugando un papel de abanderados de la salvación y patrios con la ayuda de los gobiernos que trabajan también para los intereses de sus allegados y viceversa.
¿Es que es acaso esto todo lo que hemos aprendido en todos estos años sobre África? ¿sobre Occidente? ¿La imposición del más rico sobre el mas pobre?
El simple hecho de considerarnos una sociedad privilegiada nos hace sentirnos superiores. Y quiero decir que, si eso es un fenómeno que hoy en día está más que asentado y aceptado por un número importante de personas, las personas de a pie, las que no tienen educación ni sistemas de base morales, o las que incluso teniéndolos maniestan los síntomas del desinterés, o la sobervia, o la propia intolerancia frente a lo que se considera una condición inferior y ha quedado así grabado en la memoria histórica de la sociedad moderna, puesto que ha significado tanto en la historia del siglo XX y mucho antes (pero no tanto) en la época del imperialismo y la precisa esclavitud, es de entender que hay algo que está fallando. No me extraña que la gente se comporte de manera tan intolerante y deberíamos conocer más sobre ello.
A estas alturas, deberíamos estar planteadonos, incluso de la mano de las instituciones, qué ha significado en sentido conductual en la sociedad, el tratamiento que se ha hecho del sistema de desarrollo de las sociedades occidentales (y hablo como occidental) en comparación con otras más antiguas, emergentes o diferentes.
Pero cómo hacer llegar este mensaje si este es un mensaje que no interesa. No interesa a los gobiernos más corporativistas, no interesa a los legisladores, no interesa que la sociedad conozca y sepa. Que se construya, que se reivindique por lo que es justo.
Es evidente que el sistema ha fallado. Y digo que ha fallado para las personas de a pie, los trabajadores, los pequeños comerciantes de las pequeñas empresas. Aquellos que por sus circunstancias no han podido llegar a capas más altas de la sociedad. Los más manipulados. E incluso a los otros. Los adinerados, intelectuales, y gentes de bien que, como los otros, han terminado por asimilar la teoría del ser superior y organizador que les ordene y dirija. Ese organigrama de clases que les invita a infligir autoridad frente a aquellos que no pertenecen al círculo, para así sentirse vinculados a sus supeiores haciendo lo que estos hacen contra ellos en segundo plano.
Pero cómo hacer llegar este mensaje si este es un mensaje que no interesa. No interesa a los gobiernos más corporativistas, no interesa a los legisladores, no interesa que la sociedad conozca y sepa.
_____________________________
Cuando me fuí comprendía las cosas de otra manera. De una forma digamos más empática, y dejé atrás otra especie de lado humano. Dejé un lado humano servil, fagocitado. El de poner la otra mejilla, pero sin comprender porqué lo estás haciendo.
Ahora comprendo que hay algo más. No somos solo nosotros porque Dios nos ha hecho así. Somos lo que conocemos, lo que vivimos y experimentamos. Y la sociedad hoy en día nos priva de muchas de esas necesidades. Le da más importancia a cosas banales o se dedica a agitar nuestros sentimientos. Y también somos sentimientos. Y debemos luchar por que se respeten.
Ahora siento ánimos de lucha pero, es difícil. Al menos, esos son los sentimientos que me abordan ahora, pero un poco más madura, son los que se acomodan y me dicen que espere...
Un saludo,
I Morgades.
jueves, 27 de diciembre de 2012
¿Estamos preparados para pensar?
¿Qué determina nuestra capacidad de pensamiento?
¿Estamos preparados para pensar de tal manera que esto produzca un resultado positivo tanto individualmente como socialmente?
En este sentido... ¿a dónde nos lleva el razonamiento?
Muchos son los métodos a través de los cuales las personas de éste y otros siglos han ido determinando los actos que han seguido a lo largo de su trayectoria en función de su sistema de razonamiento. Actos que en ocasiones les han llevado a satisfacer sus necesidades básicas, éstas definidas a través de un amplio rango de niveles de satisfacción y muchas han sido las consecuencias. Según la persona, ésta encontrará en una u otra actividad el medio que le ayude a satisfacer, durante o a posteriori, su sensación de carencia o el significado de su lucha. Unas veces errará y otras sin embargo habrá conseguido su objetivo, siendo este más o menos duradero en el tiempo o en mayor o menor nivel de satisfacción.
En esta ocasión, analizaré el razonamiento como método por el cual las personas co-existen unas con otras para intentar llegar a una armonía pacífica, o lógica, de entendimiento para consigo mismos y con respecto al entorno, desde la perpectiva de la capacidad de razonamiento individual y su probabilidad de error en este sentido, partiendo de una necesidad de encontrar una verdad máxima compartida y exenta de conflictos, que será tal por la incapacidad según esto de rebatirla. Estudiando el tema desde su principio más manimalista como es el surgimiento de las ideas en el sentido de la filosofía modernista (empirismo y racionalismo) y enfocándolo desde la perspectiva de la necesidad de satisfacción personal como requisito, en sus diferentes formas y según el individuo, para encaminarse en su máximo exponente a un consenso global también en términos de conocimiento.
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Si tomamos el razonamiento o búsqueda de la verdad como medio para encontrar la meta (o punto de partida) que nos ponga en contacto con la sensación de satisfación de la que dispone la seguridad de conocer la verdad sobre un tema, es decir, la sensación de satisfacción o felicidad conseguidas tras la lucha por encontrar el camino perfecto hacia una verdad de conocimiento irrevocable y ampliamente compartida, habremos de tomar a su consecuencia como el fín ultimo de la realidad del razonamiento: la obtención de una satisfacción a través de la verdad del conocimiento. El conocimiento en sí, y la seguridad que este provoca como cúspide de todo esfuerzo racional.
Así entonces, y de manera minimalista, las personas nos marcamos determinados objetivos a través de los cuales definimos nuestra naturaleza. Objetivos que se cumplen o no en función de lo que seamos capaces de razonar y cómo lo hagamos (tanto trabajando en conjunto o sociedad, como de manera individual), y que a la larga determinarán nuestro nivel de satisfacción con respecto a la vida y a las decisiones que sobre esta hayamos llegado a la conclusión de tomar según nuestro método de razonamiento.
Dichos objetivos nos acercan o nos alejan de determinadas conclusiones o realidades, realidades éstas que a su vez nos acercan o alejan del conocimiento de una verdad que nos pone o no en contacto con la satisfacción de haber conseguido nuestros objetivos*.Aquella verdad que lejos de ser una e inmutable, se convierte en realidad interpretada a través del método de conocimiento de cada individuo y que adquirimos a lo largo de nuestra experiencia.
*Tomemos como objetivo máximo el ejemplo de la "verdad absoluta" tan perseguida: que definiré como aquella situación última o determinante, o principio de algo, que idealizamos y buscamos y encontramos a través de su consiguiente experiencia sensorial como método de verificación de ésta realidad, que nos disponga al hecho de manera indefinida y que se construya a través de una ya consumada lógica de razonamiento que nos lleve (por ese camino o método ordenado de razonamiento a través del cual las cosas encuentran un sentido irrebatible mediante el reconocimiento de las mismas en el individuo a través del reconocimiento de estas ya empíricamente) a una sensación de consecución, satisfacción y felicidad tras esa lucha por encontrar el camino perfecto hacia una verdad de conocimiento irrevocable y ampliamente compartida.
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Entonces, es por la existencia de esta realidad o sensación de verdad (que en ocasiones surge de manera dosificada, por partes o a lo largo de la vida por acumulación de conocimiento), que hemos ido experimentando la conciencia de que sabemos que no queremos vivir para siempre en la equivocación. Preferimos vivir en la verdad, ya sea nuestra verdad o la verdad del conjunto, pero aquella que nos beneficie en el tiempo progresivamente. Es por eso que se buscan respuestas, y si bien es cierto que la equivocación es el obstáculo a través del cual seguimos siendo capaces de encontrar respuesta a nuestras incógnitas, sin embargo, es también algo que continuamente ha de ser superado para encontrar la llamada felicidad.
Sin embargo, también es cierto que podemos llegar a conclusiones mediante nuestro razonamiento que nos hagan entender que existimos en nuestra propia verdad, aquella que vamos asintiendo y experimentando según se van cumpliendo nuestras expectativas con respecto a un objetivo y que pueden ir o no en detrimento de las armonía personal y del conjunto, y es por eso que también existe una verdad última en la que nos reflejamos y con la que nos comparamos, para comprender hasta que punto andábamos en el error o cuánto nos hemos alejado de la certeza.
En este sentido, el método que utilicemos para encontarla, directamente relacionado con nuestra metodología de razonamiento se convierte en determinante para la consecución positiva o negativa de nuestro logro si más a la larga, y muchos son los métodos que se utilizan hoy en día para esclarecer los batiburrillos emocionales a los que llegamos a través de una posible equivocación en la organización de nuestra lógica en éste sentido: filosofía, psicología, esoterismo, incluso la teología, y sin embargo, como individuos que en determinando momento de su vida llegan a experimentar la realidad de independencia del grupo social a través de ser consciente de las responsabilidades de nuestros propios actos,
¿somos capaces de conocer de la auténtica naturaleza de nuestro pensamiento y como ésta influye en la consecución de nuestros máximos objetivos o aquellos que seamos capaces de realizar?
si somos capaces, ¿qué determina que tomemos unas decisiones u otras? ¿el razonamiento una vez más?
¿tenemos las erramientas necesarias para no caer en falacias que nos alejen de la verdad o realidad en la organización de las ideas?
¿en este sentido, estamos preparados en según qué momentos de la vida para determinar los beneficios de la consecución de nuestros objetivos en función de las decisiones que tomemos para con ella?
¿Cómo llegamos a la conclusión de determinados intereses?
¿Influye la edad, la madurez, la capacidad de razonamiento en éste sentido? o ¿simplemente un sistema de razonamiento concreto puede determinar de manera efectiva la conclusión positiva de nuestra búsqueda de la propia realidad?
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Si tenemos en cuenta las teorías filosóficas de los ultimos siglos sobre el conocimiento, no llegamos a la conclusión de si dicho razonamiento o teoría del conocimiento de un tema en concreto puede ser la acertada, cuando no tenemos en cuenta el objeto por el cual se fundamenta ese conocimiento. Pero las cosas no tienen conocimiento ni actividad sensorial en si que los determine si no que somos nosotros los que le damos un significado, así que en este sentido, me limitaré a definir el conocimiento desde la perspectiva de ser la percepción sensorial de la certeza de la realidad de algo, ya sea situación u objeto (que nos afecta emocionalmente), a través de determinados métodos que desechen la sensación de equivocación.
En mi opinión el conocimiento bien podría llegar a ser la conclusión de la actividad mediante la cual llegamos a las conclusiones que nos acercan a una realidad que en ocasiones idealizamos y que para llegar al conocimiento de ella, experimentamos a través del razonamiento. Sería entonces su consecuencia máxima, el acierto en la actividad del razonamiento.
Entonces, según lo anterior, es decir, el sentido y significado de la actividad de razonar, ¿conocemos la función de nuestras propias necesidades en si, en función de nuestro método de razonamiento, pudiendo ser éste según el significado que le damos a las ideas o lo que razonamos de ellas, o conocemos en función de nuestras propias necesidades, las más biológicas? Si esto es así; si comparamos nuestras conclusiones en función de la conclusión positiva o negativa de nuestro razonamiento a nivel empírico, podemos estar o no equivocados, pero en tanto podamos comparar con nuestra capacidad de discernir la certeza, de manera biológica, podremos determinar cuánto lo estamos a la larga.
Aquí entonces encontramos dos tipos de conocimiento que vienen definidos por el método al cual demos más importancia en el rango de experiencias que nos hayan funcionado mejor o peor. Si bien el primero, el que se basa en el razonamiento de la conclusión de nuestras propias ideas puede llevarnos a conclusiones positivas o negativas que solo podrán comprobarse a posteriori en función de la satisfacción o no que nos produzcan, el segundo viene dado de manera innata pero que habrá de ser descifrado a través del razonamiento que nos lleve a su propio conocimiento, a la razón de ser de éste hecho mediante la expresión propia del razonamiento. Una especie de re-encuentro recíproco con la experiencia a través del razonamiento que lo convierte ya en lógica. Por tanto, según esto, nos vendría dado un tipo de conocimiento por el cual seríamos capaces de contrastar aquello que nos beneficie ya más a largo plazo con aquello sobre a lo que hayamos llegado según determinadas conclusiones y que en este caso, verificaremos a medida que lo vayamos experimentando, comparándolo con experiencias ajenas. Siendo así, esto último sería la conclusión de que el resultado de éste tipo de razonamiento es distinto al primero ya que en el primero el conocimiento viene dado de antemano, solo que no se re-conoce a priori (si no que se hace a través del razonamiento) y el segundo se experimenta despues del razonamiento o significado que le demos a nuestras propias ideas, según nuestra experiencia o las conclusiones que hayamos sacado en la vida.
Este conocimiento también puede venir definido por diferentes amplitudes según la magnitud de nuestras ambiciones con respecto a un tema. Pero el razonamiento de una forma u otra planteado (ya no mejor ni peor, sino producente o contraproducente, puesto que cada tipo de razonamiento lo determina la naturaleza pensante, la capacidad de observación, lógica, conocimiento teórico, raciocinio, etc. de cada persona) puede determinar la conclusión satisfactoria a la cual pretendemos llegar sobre un tema.
¿Qué determina que seamos capaces de llegar a conclusiones positivas?
Según esto sabemos que la sensación de conocimiento nos da la respuesta pero, ¿qué hay del método?
Este camino o bucle que va de la incógnita o absoluto desconocimiento, a la intuición que pasa a ser realidad tras un determinado tipo de razonamiento para si acaso llegar a ser conocimiento empírico es nuestro método para encontrar respuestas a la búsqueda de satisfacción de necesidades, y consecuentes ansiedades, y que acompañan nuestro camino lleno de incógnitas a las que tenemos que dar respuestas en ésta vida. Pero como tal método puede llevarnos a errores de conclusión que nos demuestren que de manera inmediata o a la larga, nuestras necesidades más primarias, básicas o vitales han sido o no satisfechas.
I.
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jueves, 22 de julio de 2010
Afro-descendencia
El año 2011 se prepara para ser el año internacional de la afro-descendencia declarado por la Organización de las Naciones Unidas.
Para algunos, este termino resulta incongruente, inespecífico o incluso gregario, etc.
¿Qué entendemos entonces por afro-descendencia?
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Sin duda, tendríamos que preguntar a los promotores de esta nueva fecha a recordar qué es lo que ellos entienderían por tal ya que, como podemos observar, son muchas las apreciaciones que se pueden tener al respecto de este término según dónde se pregunte y a quién preguntemos.
Así, no será lo mismo preguntar qué es afro-descendencia en un lugar remoto del centro de África donde las tradiciones culturales africanas y el sentido de ‘ser africano’ permanezca intacto, que preguntar en ciudades del lejano oriente donde el término les resulte absolutamente abstracto.
Existe una opinión generalista que difunde que al ser el ser humano actual originario del continente africano, desde el momento en que empezó a expandirse por el resto del planeta todos y cada uno de sus componentes se convirtieron en afro-descendientes. Y sin embargo, existe también la tendencia a alejarnos de dicha concepción generalista que englobaría a la totalidad del ser humano actual en su conjunto.
La concepción actual que se tiene del mundo, separado mediante nombres ciudades, países y continentes que engloban idiomas y culturas dificulta el acceso a esta imagen del ser humano como un ser carácter global que procede del mismo origen.
¿Qué tiene cada persona de africano?
¿Qué es aquello que nos relaciona con nuestros orígenes?
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Lejos de parecer éstas, cuestiones que buscan una respuesta exclusivamente teórica o cultural, parece existir en ellas también una respuesta biológica. Habría entonces que analizar los valores que a nivel biológico conformaron a los primeros seres humanos que todavía permanezcan hoy en todos y cada uno de nosotros. Valores éstos que a través de la puesta en práctica de las diferentes culturas (y teniendo en cuenta su mutación o expansión y su consiguiente diversificación) se intentaron e intentan reflejar y que se relacionan directamente con lo más intrínseco dentro de todos y cada uno.
¿Qué sabemos de África y de los valores más intrínsecos de sus culturas o de las culturas más ancestrales?
Lejos de parecer éstas, cuestiones que buscan una respuesta exclusivamente teórica o cultural, parece existir en ellas también una respuesta biológica. Habría entonces que analizar los valores que a nivel biológico conformaron a los primeros seres humanos que todavía permanezcan hoy en todos y cada uno de nosotros. Valores éstos que a través de la puesta en práctica de las diferentes culturas (y teniendo en cuenta su mutación o expansión y su consiguiente diversificación) se intentaron e intentan reflejar y que se relacionan directamente con lo más intrínseco dentro de todos y cada uno.
¿Qué sabemos de África y de los valores más intrínsecos de sus culturas o de las culturas más ancestrales?
¿Hasta qué punto éstas nos construyen como personas?
Sin duda, parece ser que para dar respuesta al origen del ser humano y a muchas de las incógnitas que nos plantea la vida en referencia nuestra historia y que a su vez nos construyen como personas, mirar al origen, a África con el corazón abierto y conocerla a ella, sus valores y todo aquello que con ella nos construlla y nos pueda relacionar, se torna fundamental.
A continuación os dejo el link a un video donde el profesor J. Bolekia nos explica, entre otras cosas, algunos de los significados de 'ser africano'.
I. Morgades
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